“Si lo bueno no se acumula no alcanzará para hacer famoso a alguien. Si lo malo no se acumula no será suficientemente fuerte para destruir a alguien. El hombre común piensa, por lo tanto, que el bien en pequeña medida no tiene valor alguno, luego deja de hacerlo. También piensa: pequeños pecados no dañan. Luego no se deshace de la costumbre de cometerlos. Así sus pecados se acumulan hasta que ya no sea posible encubrirlos, y su culpa se torna tan grande que ya no sea posible disolverla”. Kung Tse.