Punto de Referencia: UNA SOCIEDAD SIN PRINCIPIOS. Por José Gregorio Hernández Galindo Destacado

 

El cáncer de la corrupción se extiende y ha llegado a la cúpula de la justicia, en los altos tribunales. Pero no está solamente allí. Está también en la Fiscalía, en órganos de control, en dependencias de la rama ejecutiva, en el Congreso, en  asambleas y concejos, en gobernaciones y alcaldías, en empresas particulares.

 

Ahora en Colombia impera el designio según el cual "todo vale para conseguir lo que se quiere". En tribunales, juzgados y fiscalías se negocian los fallos; se festinan las absoluciones; se ordenan capturas de personas inocentes para distraer los procesos de verdaderos culpables; hay cartel de testigos falsos; los investigados y procesados acuden a las audiencias cuando quieren (o están siempre enfermos o sencillamente no quieren asstir); hay impunidad; se politizan las elecciones de dignatarios; ya no importan las calidades  ni los conocimientos de los candidatos, si tienen buenos padrinos; se obtienen los contratos mediante sobornos; se consiguen puestos a cambio de parte del sueldo del recomendado; se compran y se venden votos; viene el Papa y los pre-candidatos presidenciales aprovechan para conseguir firmas en la misa campal; el país está lleno de coca, el narcotráfico hace de las suyas, y nos van a descertificar. 

 

En fin, un panorama desolador, en que ya no tiene cabida la moral social; no hay principios, ni escrúpulos; el dinero es el dios de muchos, y, como dice el Santo Padre, "el diablo entra por el bolsillo". 

 

Pero ¿qué se puede esperar de una sociedad en que los niños y los jóvenes -en el hogar, en las escuelas y colegios, en la educación superior- no son formados en su personalidad, en su carácter, en los valores, en su sentido de responsabilidad, en la honestidad, en la honradez, en la pulcritud, en la nobleza?. Qué nos escandaliza cuando hace años han desaparecido (o son "costuras") las clases de religión, de moral, de filosofía, de historia, de cultura general? ¿Qué pedir a todos cuando a nadie se le inculca el respeto a los demás?. Cuando todos aprenden sobre sus derechos pero nada acerca de sus deberes, obligaciones y cargas? ¿Qué esperar si se confunde la libertad con el libertinaje?

 

Reflexionemos. Hay que volver a los valores y a los principios. 

 

Modificado por última vez en Viernes, 15 Septiembre 2017 08:08
Jose Gregorio Hernandez Galindo

Expresidente de la Corte Constitucional de Colombia y director de la publicación “Elementos de Juicio. Revista de Temas Constitucionales” y la emisora "lavozdelderecho.com".

Email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Acerca de Nosotros

Nuestro propósito es aprovechar la tecnología en beneficio de la divulgación, el análisis, la controversia, la verificación de los grandes asuntos en que aparece el Derecho, en cualquiera de sus ramas; los procesos judiciales de trascendencia y los más importantes debates y acontecimientos.