El antimisil Buk, es tan dañino que se le considera “una de las estrellas más valiosas de los sistemas antiaéreos de corto y mediano alcance”. El Buk pertenece a una familia de misiles que se han ido tecnificando a medida que aparecen los progresos tecnológicos.
En Occidente a estos misiles se les llama SAM (Surface to air missiles). Cada uno de estos misiles va marcado dependiendo de la época de producción y entrada en servicio. El Buk proviene del SAM-6 (SA-6) de los años 60 pero estamos próximos a ver nuevos modelos de este antimisil elaborado por los Rusos.
Los misiles Buk no precisan por si solos el blanco al cual están dirigidos; pero son rápidos, a los 22 segundos de reconocer el blanco, lo vuelan; viajan hacia a él con una velocidad de unos 3.600 km por hora.
Necesitan ser dirigidos al blanco a través de una instalación ubicada en tierra que ilumina su destino y una vez lo alcanzan, el misil se destruye con su objetivo.
El Buk está diseñado para destruir de forma fulminante todo lo que vuela.: misiles de crucero, bombas inteligentes, helicópteros, aviones tripulados y drones.
Es un antimisil sólido, que mide cinco metros y medio, pesa alrededor de 700 kilos, de los cuales 70 corresponden a la cabeza del antimisil.
Según información de la mucha que nos está legando por todos lados, en la actualidad solo Rusia, Ucrania y Venezuela cuentan con estos antimisiles en su armamento de guerra.