Reflexión de la semana: “EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO”

 
‹‹Un psicólogo en un campo de concentración››. Este libro no pretende presentar un informe sobre hechos y acontecimientos históricos, sino un relato de vivencias personales, unas experiencias vividas por millones de personas. Es la historia de un campo de concentración ‹‹vista desde dentro››, contada por uno de sus supervivientes. No se detiene en detallar el interminable catálogo de las monstruosas atrocidades cometidas, que ya han sido suficiente y prolijamente descritas (aunque no siempre y todos las creyeran); más bien se detiene en narrar la otra lista interminable de los menudos tormentos diarios. O para decirlo en otras palabras, intenta dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Cómo afectaba el día a día en un campo de concentración en la mente, en la psicología, del prisionero medio?
 
La mayoría de los sucesos que aquí se describen ocurrieron en los pequeños campos –donde se llevó a cabo la mayor parte del exterminio real-, y no en los campos grandes y famosos. Tampoco cuenta el testimonio del sufrimiento y la muerte de los héroes y los mártires, ni de los prisioneros de privilegios especiales por gozar de la confianza de los guardias de las SS.
(…)
Bajo el influjo de un entorno que no reconocía la vida y la dignidad del hombre, que le despojaba de la voluntad y lo reducía a ‹‹carne de exterminio›› (eso sí, después de exprimirle hasta la última gota de sus fuerzas físicas), el yo personal prescindía de sus principios morales. Esa crisis significaba un momento crucial, pues si en un supremo esfuerzo por conservar la dignidad humana, el prisionero no luchaba por mantener sus principios, terminaba por perder la conciencia de su individualidad –un ser con mente propia, con voluntad interior e integridad personal- y se consideraba a sí mismo una simple fracción de una enorme masa de gente: la existencia descendía a un nivel animal.
(…)
En ese estado de embriaguez nostálgica se cruzó por mi mente un pensamiento que me petrificó, pues por primera vez comprendí la sólida verdad dispersa en las canciones de tantos poetas o proclamada en la brillante sabiduría de los pensadores y de los filósofos: el amor es la meta última y más alta a la que puede aspirar el hombre. Entonces percibí en toda su hondura el significado del mayor secreto que la poesía, el pensamiento y las creencias humanas intentan comunicarnos: la salvación del hombre sólo es posible en el amor y a través del amor. Intuí cómo un hombre, despojado de todo, puede saborear la felicidad –aunque sólo sea un suspiro de felicidad- si contempla el rostro de su ser querido. Aun cuando el hombre se encuentre en una situación de desolación absoluta, sin la posibilidad de expresarse por medio de una acción positiva, con el único horizonte vital de soportar correctamente –con dignidad- el sufrimiento omnipresente, aun en esa situación ese hombre puede realizarse en la amorosa contemplación de la imagen de su persona amada. Ahora sí entiendo el sentido y el significado de aquellas palabras: ‹‹Los ángeles se abandonan en la contemplación eterna de la gloria infinita››.
 
Tomado del libro “EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO” del doctor VICKTOR FRANKL. Editorial HERDER.
 
VIKTOR FRANKL. Nació en Viena (Austria) en una familia de origen judío, el 25 de marzo de 1905 y murió el 2 de septiembre de 1997 en Viena. Estudió medicina y se especializó en neurología y psiquiatra; y, fundó la logoterapia[1]. Estuvo en campos de concentración -Auschwitz uno de ellos-, entre 1942 y 1945 y pese a todo lo sufrido, sobrevivió gracias a su fuerte convicción de que todo lo bueno y lo malo se encuentra en el poder de la mente.
 
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En el otoño de 1942, junto con su esposa y sus padres, fue deportado al campo de concentración de Theresienstadf. En 1944 fue trasladado a Auschwitz y posteriormente a Kaufering y Türkheim, dos campos de concentración que dependían del de Dachau. Fue liberado el 27 de abril de 1945 por el ejército norteamericano. Vicktor Frankl sobrevivió al holocausto pero su esposa y sus padres fallecieron en campos de concentración.
 
La experiencia vivida le inspiro el libro “El hombre en busca de sentido”, escrito en 1945.
 
hayquevivirlo.blogspot.com
 
Hasta 1971 dirigió la policlínica neurológica de Viena y dictó clases hasta los 85 años; en 1955 recibió el doctorado de filosofía; a partir de 1961 dictó clases en las Universidad de Harvard, Stanford y otros centros académicos en Estados Unidos; fue un gran escalador de montaña y piloto de avión; publicó más de 30 libros traducidos a numerosos idiomas y recibió 29 doctorados Honoris Causa.
 
En su libro “El hombre en busca de sentido”, el doctor Vícktor Frankl nos regalaría las siguientes reflexiones:
 
“El prisionero de un campo de concentración tenía un miedo brutal a tomar decisiones o a adoptar cualquier tipo de iniciativa. Era la consecuencia del fuerte sentimiento de saberse un juguete de destino, como si el destino irremediablemente se hubiese apoderado de uno; era mejor no pretender interferir y dejarle seguir su propio curso”.  
 
(…)
 
“Además de su función como mecanismo de defensa, la apatía de los prisioneros era también el efecto de otros factores. El hambre y la escasez de sueño la agudizaban -como sucede en la vida normal-, y también la irritabilidad general, otra de las características de la psicología de los prisioneros de los campos de concentración. La falta de sueño se debía en buena parte a la plaga de pulgas que infestaban los superpoblados barracones sin ninguna medida de higiene ni de atención sanitaria. Súmese, además, la ausencia total de esos productos que en la vida ordinaria aplacan o mitigan la sensación de apatía e irritabilidad. La cafeína y la nicotina.
 
A estas causas físicas se asociaban también las psicológicas, casi siempre en forma de ciertos complejos. Buena parte de los prisioneros sufrían una especie de complejo de inferioridad. Todos fuimos –o creímos ser- ‹‹alguien›› en nuestra existencia anterior al internamiento. Ahora se nos trataba como si fuésemos un ‹‹don nadie››, como si casi no existiésemos”.
 
(…)
 
¿No existe una libertad espiritual frente a la conducta y al entorno? ¿Es correcta la teoría que nos presenta el hombre como un producto de unos factores condicionantes, bien sean de naturaleza biológica, psicológica o sociológica? ¿Acaso el hombre es un mero producto fortuito del sumatorio de esos factores? Y, lo que es más importante, ¿demuestran las reacciones psicológicas de los internos que el hombre es incapaz de escapar a la influencia de las circunstancias externas, cuando éstas son tan asfixiantes como las reglas de un campo de concentración? ¿Carece el hombre de la capacidad de decisión interior de elegir cuando las circunstancias externas anulan o limitan la libertad de elegir su comportamiento externo?
 
Puedo contestar a las preguntas anteriores desde la óptica de la experiencia y también con arreglo a los principios. Las experiencias de vida en un campo demuestran que el hombre mantiene su capacidad de elección. Los ejemplos son abundantes, algunos heroicos; también se comprueba cómo algunos eran capaces de superar la apatía y la irritabilidad. El hombre puede conservar un reducto de libertad espiritual, de independencia mental, incluso en aquellos crueles estados de tensión psíquica y de inteligencia física.
 
Los supervivientes de los campos de concentración aún recordamos a algunos hombres que visitaban los barracones consolando a los demás y ofreciéndoles su único mendrugo de pan. Quizá no fuese muchos, pero esos pocos representaban una muestra irrefutable de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas – la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino”.
 
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[1] La logoterapia es una psicoterapia que propone que la voluntad de sentido es la motivación primaria del ser humano, una dimensión psicológica inexplorada por paradigmas psicoterapéuticos anteriores, y que la atención clínica a ella es esencial para la recuperación integral del paciente. La logoterapia está considerada como la Tercera Escuela Vienesa de Psicología, después del Psicoanálisis de Freud y de la Psicología individual de Adler.  
 
 
 
Modificado por última vez en Lunes, 20 Octubre 2014 13:23
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