Quizás ofendiendo un poco o mucho la egregia figura del Maestro Echandía, el insigne colombiano que un día dijo el poder para qué, pienso que así dicho fuera de contexto, Echandía pasa a la historia como el único ser vivo que no sabía para qué es el poder, porque de resto, hasta el más insignificante animal, como una hormiga por ejemplo, sabe muy bien para qué es el poder: para poder, le respondería a uno con elemental simplicidad el ex boxeador Pambelé, quien un día nos enseñó que
es mejor ser rico que pobre.
Pues, Maestro Echandía, siquiera que no le tocó vivir en tiempos del mandato de Álvaro Uribe Vélez (AUV), para que viera para qué es el poder.
El poder es para tener un Congreso de bolsillo plagado de criminales que pueden ir haciendo leyes mientras los meten a la cárcel, como les ordenó un día desde un púlpito congresal de gremio económico el propio AUV. El poder es para tener Fiscal General de bolsillo, sacado de su viceministro de Justicia que un día hizo elegir en ese mismo Congreso de bolsillo que también le llenó la última vacante que se dio en la Corte Constitucional con su secretario jurídico de la Presidencia, con lo que, así por encima, como hacen las cuentas las marchantas de plaza, tiene a sus pies el Congreso, la Fiscalía y la Corte Constitucional.
Con ese inmenso poder, el Presidente acaba de hacer su última jugada en defensa de la parapolítica que, como bien sabemos, está en cabeza de paramilitares y políticos, todos a una, bañados de narcotraficantes.
Esa Corte acaba de herir profundamente el proceso de juzgamiento de los parapolíticos que adelanta la Corte Suprema de Justicia, ordenando que en adelante, las capturas e investigaciones deben ser adelantadas por jueces distintos a los magistrados de la Suprema, es decir, por la Fiscalía General de la Nación, en donde duermen y despiertan los procesos judiciales, según los intereses particulares y políticos de AUV.
La inteligencia superior de Uribe, que como una vez dije es tan grande que no le cabe en su propio cerebro, con lo que debemos suponer que tiene asiento en Washington, le ha ordenado a su Corte Constitucional que dicte una sentencia en la que obligue a su Congreso a expedir una ley en la que inhabilite a la Suprema para enjuiciar, procesar y condenar de ahora en adelante a sus parapolíticos.
Dirán entonces los áulicos uribistas que el proceso contra los que ya están en los estrados judiciales continuará sin interferencias de ninguna especie. Pues, no señor: los detenidos actualmente por la parapolítica podrán alegar, una vez expedida la ley, por la vía más rápida como la Tutela, el principio de igualdad, amparado por la Constitución cual es el de que la justicia tiene que ser igual y por parejo para todo el mundo. Esas tutelas, cuando más, podrían llegar a revisión del Consejo Superior de la Judicatura, tribunal que tampoco sale del bolsillo presidencial.
Miren nuevamente qué jugada: AUV extraditó a los paramilitares que venían pasando de bocones, antes de que sus víctimas siguieran haciendo uso del derecho de tutela que les daba prelación sobre los delitos de narcotráfico por los que los reclamaba Estados Unidos, y cambio, les abre el camino de la tutela a sus secuaces parapolíticos presos para que salgan de los predios de la Corte Suprema en donde todavía no ha podido derribar los linderos y entren en propiedad de la Fiscalía en la que AUV entra y sale como Pedro por su casa.
¿Quién podrá objetar con éxito esta ley si el Congreso dirá que actuó en acatamiento de la Corte Constitucional; ley misma que esta corte se abstendrá de declarar inconstitucional, pues, ella misma ordenó expedir? ¿Sí ven?... Es, repito, una jugada maestra del Halcón en esta partida de ajedrez que ojalá la Corte Suprema (blancas), responda con mucha inteligencia, pues, todavía tiene en jaque al Rey (negras) con el cerco a Yidis, reforzado ahora con la detención de Teodolindo, los parlamentarios que le vendieron sus votos a AUV para lograr la reelección en el 2006.
No se pierdan la próxima movida. Sobre el tablero, las blancas se ven al ataque y las negras a la defensiva. La partida se pone cada vez más interesante y mejor, con ribetes internacionales que van desde los próximos resultados de las elecciones en Estados Unidos hasta las elecciones internas del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), el pasado domingo que afianza a Chávez en el poder, sin contar el jaleo colombo-ecuatoriano en la pasada asamblea de la OEA en Medellín, la tierra de Uribe que por esos mismos días se desplomó sobre los más pobres habitantes ante el peso del crudo invierno, momento que aprovechamos para solidarizarnos con las víctimas de allá, de aquí y de todas partes en las que la naturaleza se ensaña tanto como la misma injusticia del modelo económico y el régimen político que abraza y abrasa al país.