Pistorius en corbata, saliendo del Tribunal.
Al parecer, la comisión de graves errores en la etapa de investigación, aprovechados con gran agudeza por el abogado de la defensa Barry Roux, se convertirán en argumentos suficientes para poner al deportista en el estrado de las víctimas. Está por verse.
Errores en la etapa de investigación, en el caso del deportista Oscar Pistorius por la muerte de su novia, la modelo Reeva Steenkamp, le darán un giro inesperado a la definición del proceso. El abogado de la defensa resaltó que el inspector Giliam Van Rensburg, al llegar a la escena del crimen reconoció encontrar un reloj de pulsera que luego de las pesquisas adelantadas por los agentes, desapareció. El reloj, una joya avaluada en 6.800 euros, nunca fue encontrado.
Y, aunque se podría decir que el robo acaecido esa noche nada tuvo que ver con los disparos que el atleta le propinó a su novia, la realidad es que si abre muchas dudas sobre la idoneidad de los investigadores que recogieron las pruebas esa noche. Evidentemente recogieron las pruebas y…algo más.
El abogado de Pistorius, no ha concedido un milímetro de tregua en sus interrogatorios y cuanto error por leve que haya sido, se le cruza en el camino, lo aprovecha para impedir que los testigos desvíen la atención de los argumentos esgrimidos por la defensa. Para de Roux, las pruebas recaudadas en la etapa de instrucción, por los investigadores, no son confiables. Así las cosas, el inspector Van Rensburg se ha visto presionado por Roux, quien lo fustiga sobre el papel que desempeñó la noche del 14 de febrero de 2013.
Roux ha dicho que no comprende porque Van Rensburg, alteró la escena del crimen para tomar fotos adaptadas a las necesidades de los agentes. Basta con señalar, para ejemplificar las dudas del abogado de la defensa de Pistorius que, las fotos muestran el bolso, las chanclas de la víctima y sus celulares ubicados en diferentes posiciones. Van Rensburg aceptó que algunas cosas, como el edredón, fueron colocadas en la escena por él mismo, pero que la intención era la de apoyarse en ella para tomar una imagen de los hechos.
Cuando se le interrogó por una foto en la cual se le veía en el balcón, afirmó que buscaba intrusos. Respuesta que no aceptó el abogado de la defensa, quien lo increpó diciéndole que cuáles intrusos podía estar buscando, si el propio Pistorius le acababa de confesar aquella noche que él y no otra persona, le había disparado –por error- a la modelo Steenkamp.
La situación de los agentes que recaudaron las pruebas aquella noche, parece no dejar dudas de la existencia de muchos errores que terminarán -eventualmente-, beneficiando al atleta. En plena audiencia, el fiscal Gerrie Nel, tratando de restarle fuerza a los interrogatorios del abogado Roux, le solicitó a la sala, tener en cuenta que Van Rensburg afirmó la existencia de dos tomas de fotos, unas tal y como se encontraron los objetos la noche del 14 de febrero y una segunda ronda de fotos evidentemente alterada. Pero lo que no esperaba el fiscal es que los especialistas en fotos hubieran olvidado ajustar las fechas de la cámara, lo que trajo una risa general en el recinto y una sonrisa de resignación del fiscal; entre las supuestas fotos tomadas la noche de la muerte de la modelo y las tomadas con los objetos cambiados, existía un año de diferencia.
No obstante, el fiscal le imputa a Pistorius, un asesinato premeditado y el juicio continúa su marcha.
