No nos engañemos. Lo denunciado por varios sectores e instituciones el 10 de mayo durante la audiencia convocada por la Corte Constitucional a propósito del seguimiento que hace respecto al cumplimiento de la Sentencia T-760 de 2008 en materia de salud es demasiado grave, y pone de presente una vez más algo que los gobiernos y los congresos no han querido entender: que el sistema de seguridad social en salud instaurado mediante Ley 100 de 1993 acusa desde hace mucho tiempo una crisis profunda. Puede decirse que, también de antiguo, esa crisis ha tocado fondo y que el injusto y regresivo régimen vigente -totalmente contrario al Estado Social de Derecho- ha periclitado, por lo cual los colombianos carecen por completo de un adecuado y efectivo sistema que les permita el ejercicio de ese derecho fundamental.
El magistrado Jorge Iván Palacio, quien conduce ese proceso de verificación acerca de si se están acatando las órdenes impartidas en su momento por la Corte, manifestó de manera contundente su conclusión: “Causa inmensa preocupación el hecho de que los diferentes órganos estatales no comprendan aún los compromisos de un Estado Social de Derecho, ni le otorguen la debida importancia al derecho a la salud, lo que ha ocasionado que la sociedad colombiana se pueda catalogar hoy como una sociedad enferma". Ello, aunque se hayan hecho ingentes esfuerzos, que en todo caso no han dado resultados y la situación actual dista mucho de soluciones reales.
Añadió Palacio que “la salud no puede ser un negocio para lucrar tan solo a unos cuantos. La actividad de los mercaderes de la salud va en detrimento del derecho fundamental de niños y niñas, de mujeres embarazadas, de personas de la tercera edad, de discapacitados, de indígenas, de negritudes; y, en últimas, de toda la sociedad en general”.
Hace un mes se llevó a cabo una encuesta de la cual dio cuenta el diario El Tiempo del 3 de abril:
"De acuerdo con la investigación, que les pidió a 21.987 personas mayores de edad que hablaran sobre las experiencias y percepciones que tienen frente a los sistemas de salud, Colombia es uno de los países más críticos al respecto.
Aunque el 84 por ciento de los colombianos encuestados considera tener un buen estado de salud, esa cifra no implica, necesariamente, que la percepción que tienen del sistema sea positiva. Además de que solo el 8 por ciento le da una buena nota, el 95 por ciento de los participantes afirmaron que el mayor problema del sistema actual es la mala gestión.
La baja confianza que los colombianos tienen en el sistema se refleja, además, en que solo el 14 por ciento de los encuestados cree que sea uno de los mejores del mundo y solo el 11 por ciento piensa que el modelo sobre el que se cimenta cubre las necesidades de los más pobres".
Los servicios de salud solamente se obtienen si el interesado ejerce una acción de tutela y se presenta ante la EPS respectiva con la sentencia que la concede y con la orden perentoria, impartida por un juez, de llevar a cabo la operación o el tratamiento que se requiere para la protección efectiva de la salud y hasta para atender un caso de vida o muerte.
Hoy mismo, los presos de varias cárceles han iniciado una huelga de hambre para reclamar que se modifiquen las inhumanas condiciones en que se encuentran por razón del pésimo servicio que se les presta.
La Contralora General ha denunciado que hay medicamentos falsificados -genéricos que en realidad son harina-, y ha revelado otras gravísimas irregularidades.
Hay corrupción, malísimos servicios, negociados con los recursos de la salud...En fin, en esta materia los colombianos estamos en manos de negociantes y delincuentes de cuello blanco.
