Por: Laura Ospina Mejía
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León Tolstoi, en su obra “Resurrección”, describe cómo se desarrolló un juicio que terminó con un veredicto absurdo del jurado –de condena a trabajos forzados a una persona inocente- a causa de un simple error técnico-, lo que lleva al narrador a recordar lo siguiente: |
“Cuenta Rabelais que un jurista que había sido llamado a decidir un proceso, después de haber enumerado un montón de artículos de la ley y haber leído veinte páginas de incomprensible rutina jurídica, propuso a sus colegas echar a suertes el resultado. Si los dados daban un número par, tenía razón el acusador; si, por el contrario, el número era impar, tenía razón el acusado” . |