Aguja Espacial de Seattle. La posesión de marihuana se convirtió en legal en el Estado de Washington a medianoche, y varias personas se reunieron

alrededor de la Aguja a fumar para celebrar la ocasión, aun cuando la nueva ley prohíbe fumar la marihuana en público. Foto: www.noticias.terra.com.ar

 

Los Estados norteamericanos de Washington y Colorado han resuelto, mediante referendo votado el 6 de noviembre, día de las elecciones presidencial, legalizar la marihuana en sus territorios. Ayer entró a regir la norma en el Estado de Washington, y al mismo tiempo, en ese Estado, entró en vigor otra ley que legaliza el matrimonio entre homosexuales.

 

En el Estado de Colorado la legalización de la marihuana comienza al regir el próximo 5 de enero de 2013.

 

Washington y Colorado son entonces los primeros Estados de la Unión Americana en acoger lo que allí se denomina “el consumo recreativo” de la marihuana.

 

Ayer, por supuesto, con marihuana para dar y convidar, tuvo lugar una celebración de grandes proporciones, que al parecer no le gustó mucho al Presidente Barak Obama, quien está pensando -aunque con muchas dudas- en bloquear la aplicación de los referendos mediante acciones judiciales, dado que, en su sentir, se oponen a las leyes federales. 

 

Si revisamos esas leyes federales, en las cuales está específicamente prohibido el consumo de estupefacientes y consideran que la marihuana es una droga ilegal, se encuentra que Obama tiene razón. En editorial del domingo el periódico de Washington Post le pide al Presidente que no obstaculice la entrada en vigor de la legislación, porque el editorialista considera que no se debe criminalizar la posesión de pequeñas cantidades de marihuana, y aconseja optar por la aplicación de sanciones civiles y por esfuerzos de buena fe para regular la producción y distribución de la marihuana. A ello se agrega que el ex presidente Jimmy Carter ha pedido al Gobierno despenalizar en todo el país y por completo la marihuana, diciendo que la política antidrogas de Estados Unidos “ha destruido las vidas de millones de jóvenes”.

 

Pero de otro lado, muchos sectores exigen al Gobierno norteamericano hacer que se cumplan las leyes federales. Una de ellas, de carácter prevalente sobre las leyes estatales, es la denominada Ley de Sustancias Controladas, que prohíbe la posesión y venta de marihuana, y dispone que no puede ser clasificada como medicamento, pues está en la lista número 1, al lado de la cocaína, el LSD y la heroína.

 

La verdad es que Obama ha venido dando palos de ciego al respecto, y hasta ahora la Casa Blanca no toma una decisión contundente.