Con este nombre se designó en el derecho romano al funcionario que tenía a su cargo el empleo de la balanza, que servía para pesar el metal que en determinados actos jurídicos, como la compra venta o la mancipatio, entregaba una de las partes a la otra en concepto de pago, y tuvo gran importancia en la época primitiva en relación con los actos en que la medida: la libra, el peso, tenían trascendencia.