Y no unos malos dirigentes que olvidan que el interés general debe siempre primar sobre el particular y máxime si se trata del medio ambiente, el que estamos llamados a proteger para el bien de las presentes y de las futuras generaciones.
La intervención del Presidente de Ecopetrol, dista bastante de lo que debe ser un buen representante del Estado, de la que fuera una de las empresas más importantes de Colombia.
Y como es una cadena de hechos lamentables, el gerente de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ANLA, tampoco se queda atrás, otorgando licencias sin tener en cuenta estudios y recomendaciones sobre la no conveniencia de otorgarla.
Uno se pregunta: ¿qué interés particular o personal tienen estas personas, si representan al Estado en los cargos que actualmente desempeñan?
Los colombianos no podemos permitir que continúen con el despilfarro y el mal manejo de las empresas a su cargo, porque la afectación ha sido de enormes proporciones, el deterioro para la economía de todo un país, que no se le puede atribuir únicamente a la caída de los precios internacionales del petróleo, ya que este es solo un factor. La raíz del problema es la mala administración.
El cuidado de la economía nacional y de las finanzas públicas, debe tener un norte claro desde lo económico, desde lo social, desde lo ambiental, para que las entidades trabajen bajo el amparo de unos mismos lineamientos y no según el carácter del funcionario llámese gerente, director, alcalde o gobernador, esto se resume en la falta de una política pública concreta y de unas sanciones también concretas y ejemplarizantes, para los malos funcionarios.
Porque los derechos colectivos priman sobre los intereses particulares y como colombianos tenemos que defenderlos. Actualmente estamos padeciendo en nuestra economía, el déficit presupuestal de enormes proporciones, que no puede cubrirse a costa de la afectación de los recursos naturales que todavía tenemos y que debemos defender, porque son patrimonio de todos. Así, con la falsa excusa de recuperar empresas, algunos emprendan la tarea de acabar con lo poco y valioso que todavía existe en nuestro territorio como lo es el Agua. Debe motivar un cambio urgente en las políticas públicas del gobierno, en cuanto a la exploración petrolera y a la manera de seleccionar los dirigentes de las empresas que representan el Estado Colombiano.
Los profesores universitarios siempre han aportado desde su saber en las diferentes áreas y su labor es de las más importantes, generadoras de conocimiento y ciencia. Si el gobierno se apoyara más en el conocimiento académico y práctico que emana de las aulas universitarias, contaría con un gran insumo para la transformación que reclama el país, que debe ser más social, tal como lo afirmó Martha Nussbaum, en la conferencia presentada en la plenaria de la dirección de la ASE –Asociation for Social Economics- en enero de 2014, “La Economía aún necesita de la filosofía” para que las estadísticas no sean cifras muertas, ya que es en lo social donde finalmente se vivifican los números y le agregaría y en la naturaleza, porque dependemos de los recursos naturales para vivir.
La atención principal de los países desarrollados se centra actualmente, precisamente en el cuidado del Agua, porque a partir de ella, obtenemos lo necesario para vivir. Y aunque el aporte del profesor universitario es grande, cualquier persona está en condiciones por sentido común de entender y defender.
Mientras se define la política pública, sería importante que algunos Economistas y dirigentes de entidades ambientales, estudien temas como el Estado Social de Derecho, los derechos colectivos, y los relacionados con el medio ambiente, que están muy claros en la Constitución.