Reflexión (68)
Reflexión de la semana: El tren nocturno de Lisboa.
29 Sep 2014
“Yo era un padre feliz viendo cómo Lucrecia ocupaba a mi lado el lugar de una reina joven, he conocido de muchas maneras la ternura y los afectos que conmueven las entrañas y por eso sé que no hay nada más dulce para un hombre que sentir entre sus brazos a una hija adolescente, flor de la propia sangre que se hace mujer, me hubiera gustado tener siempre su cuerpo ya lleno y todavía frágil protegido bajo mi manto, guardarla de todo mal escondiéndola dentro de mi capa y abrazándola, pero también se me ensanchaba el corazón mostrándola al mundo para decir ésta es mi hija tan amada, rendidle homenaje y adoradla los que queréis encontrar gracia ante mis ojos, la visitaban los embajadores que acudían a Roma, y recibía súplicas y peticiones para hacerlas llegar después a las manos del papa”. Tomado del libro Borja Papa de Joan F. Mira. Pag.221.