Túnez le aporta al mundo árabe musulmán, la Constitución más avanzada de la región y aunque en su preámbulo están consignadas referencias religiosas, tales como, “en nombre de Dios clemente y misericordioso”; “el apego del pueblo a las enseñanzas del islam” y su “identidad árabe-musulmana” es, sin duda, una constitución de avanzada en temas relacionados con derechos de la mujer y de la libertad religiosa.
Para lograr el reconocimiento y la protección de los derechos fundamentales, los islamistas de Ennahda, que ostentaban la mayoría y eran los más extremistas en los debates, tuvieron que ceder ante los laicos, en algunos temas, Así las cosas, la nueva Constitución, considerada como progresista por el socialista Mustafa Ben Jaafar, presidente de la ANC, será -según sus palabras-, “una de las mejores del mundo”.
El jueves 23 de enero de 2014, fueron aprobados los 146 artículos de la Constitución, no sin tensos e inflexibles debates, propios de las posiciones extremas entre laicos e islamistas que retardaron la aprobación final por más de un año.
Le corresponde ahora, a la cámara, sancionar el texto en su conjunto por una mayoría de al menos dos tercios. Si no fuese así la Ley Fundamental sería sometida a referéndum.
De esta forma se pone fin –al menos en el papel-, a largos meses de enfrentamiento entre laicos e islamistas y se espera que con esta alianza, se emprenda el camino por todos, hacia la anhelada paz:
“Túnez es un Estado libre, independiente y soberano, el islam es su religión, el árabe su lengua y la República su régimen”, invoca el primer artículo de la Constitución, apartando a la sharia (ley islámica) como la principal fuente del derecho para Túnez y uno de los puntos de más ardiente debate al interior de las discusiones.
Con la nueva Constitución, se incorpora la protección de derechos relacionados con las libertades de expresión, asociación, huelga, el libre acceso a la información y el conjunto de los derechos humanos recogidos en muchas constituciones europeas. No obstante, la pena de muerte no fue derogada.
Los más importantes avances llegaron para la mujer, quien ya no será considerada como un complemento del hombre, -una mera añadidura de su existencia-, ahora y gracias a la nueva constitución los dos sexos serán vistos como “iguales ante la ley sin discriminación”.
El artículo 20, garantizara “los derechos adquiridos por la mujer” y la “igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer”.
De igual forma se respetará la libertad de culto en los siguientes términos: Artículo 6: “garantiza la libertad de fe, de conciencia y el libre ejercicio del culto”, y se prohibirá la acusación de “apostasía” que le servía de argumento a los fundamentalistas islámicos, para asesinar a los laicos.