Informe especial de Ludovico Ariosto
El Papa Benedicto XVI. Foto: i.rankingfamosos.com
Un gran impacto ha causado dentro y fuera del Vaticano la noticia acerca de que un funcionario -ayudante de cámara- de la confianza del Santo Padre Benedicto XVI ha filtrado numerosos documentos reservados del Pontífice y de la Iglesia Católica, por lo cual se ha iniciado investigación en su contra y hasta ha sido privado de su libertad por la guardia vaticana.
El nombre del incriminado por esta causa es Paolo Gabriele, un ciudadano romano de 46 años a quien ya los medios de comunicación han comenzado a llamar 'garganta profunda', dada la importancia que para la Iglesia tenían los documentos en principio secretos pero que han sido objeto de filtración. Muchos de ellos fueron encontrados en el apartamento de residencia del mayordomo, dentro de Ciudad del Vaticano.
El mayordomo, con acceso al apartamento privado del Pontífice, fue detenido e interrogado por el promotor de Justicia del Vaticano, Nicola Picardi, que hace las veces de Fiscal, en el marco de la investigación abierta debido a la filtración.
El sábado, el Vaticano confirmó la detención de Paolo Gabriele, quien, de ser hallado culpable en el juicio que ya se anuncia, puede ser condenado hasta con una pena de 30 años de cárcel por violación de la correspondencia de un jefe de Estado -tal es la calidad de Benedicto XVI-, lo que implica a la vez un atentado contra la seguridad del Estado.
El vocero oficial de la Santa Sede, Federico Lombardi, confirmó la identidad del detenido tras las indagaciones llevadas a cabo por la Gendarmería del Vaticano con el propósito de establecer toda la verdad de lo ocurrido y en particular cuáles son los casos de filtraciones a los medios de documentos reservados del exclusivo interés de la Iglesia.
Finalizada ya la primera fase de "instrucción sumarial" bajo la dirección del promotor de Justicia del Vaticano Nicola Picardi, se da inicio a la fase de "instrucción formal" llevada a cabo por el juez instructor, Piero Antonio Bonnet.
"El imputado ha nombrado dos abogados de su confianza, dispuestos para actuar ante el Tribunal vaticano y ha tenido la posibilidad de reunirse con ellos. Ellos podrán asistirlo en las próximas fases del procedimiento. Él (Gabriele) goza de todas las garantías jurídicas previstas por los códigos penales y de procedimiento penal en vigor en el Estado de la Ciudad del Vaticano", según manifestó el portavoz eclesiástico, quien añadió: "La fase de instrucción continuará hasta que se haya conseguido un cuadro adecuado, completo y verificado de la situación objeto de investigación, tras lo cual el juez instructor procederá a archivar el proceso o a enviar a juicio al investigado"
