CAUCA: CRISIS HUMANITARIA Y GUARDIA INDIGENA

 

INFORMA LUDOVICO ARIOSTO
 
Foto AFP
 
La situación que se vive en una amplísima zona del Departamento del Cauca es muy grave y de una complejidad enorme.
Los fuertes enfrentamientos entre la guerrilla de las Farc y la Fuerza Pública han ocasionado, además de varios muertos y de la destrucción de las viviendas y los bienes de la población civil, el desplazamiento de miles de personas, de tal manera que, del conflicto armado, estamos pasando a una crisis humanitaria cada vez más evidente.
Una comisión de la Defensoría del Pueblo que llevó a cabo una gira por Caloto, Jambaló, Toribío, Miranda y otros municipios caucanos, corroboró la gravedad de la situación y señaló en su informe que los recientes choques entre subversivos y uniformados dejan "la muerte y heridas a personas civiles, el desplazamiento forzado de la población, daños a viviendas, instalaciones públicas y a la infraestructura de comunicaciones".
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), acompañado de autoridades regionales y locales, ha buscado aliviar la situación de crisis humanitaria en algunas de las zonas.
En Argelia, sur del Cauca, el CICR  tuvo que prestar ayuda humanitaria a más de 1.500 habitantes del corregimiento El Mango, que han tenido que abandonar sus lugares de habitación para protegerse de la violencia armada.
En esa población, ubicada a unas siete horas de Popayán, se registraron hostigamientos, que concluyeron con al menos siete uniformados heridos. 
Numerosas familias han salido en forma temporal hacia viviendas de familiares en las vecinas localidades de Caloto y Santander de Quilichao (Cauca), e inclusive muchos han tenido que trasladarse a Cali, la capital del Departamento del Valle.
Por otra parte, en defensa de sus vidas, bienes y territorio, los indígenas del Cauca se han organizado y han alegado la posesión territorial a la que tienen derecho para sacar a los guerrilleros y a la vez evitar que la presencia de las barricadas de la Policía y el Ejército atraigan los ataques de las Farc sobre la población civil.
La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acín) y el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) orientan la actividad de miles de hombres, mujeres y niños que buscan, mediante la conformación de la Guardia Indígena –un cuerpo desarmado que solamente porta sus bastones de mando-, poner fin a la guerra en el interior de su comarca.
La Acín congrega a las autoridades del pueblo de los nasas o paeces, etnia con unos 100.000 miembros y que el pasado 8 de junio se declaró en "resistencia permanente" para reclamar la autonomía que la Constitución Política reconoce a los indígenas.
Los nasas exigen el retiro de las fuerzas de seguridad y de los guerrilleros presentes en sus territorios ancestrales, y a lo largo de la semana que termina han logrado desmontar las barricadas que la Fuerza Pública había venido empleando para hacer frente a las Farc.
En el cerro Las Torres, fatigados de muchos años de violencia en su territorio, los indígenas han izado una bandera, símbolo del Consejo Regional Indígena del Cauca, y  han sido perentorios en la exigencia –respaldada mediante la presencia de miles de integrantes de la comunidad que conforman la Guardia Indígena- de que “todo aquel que porte un arma se vaya de su territorio”, lo cual incluye tanto a la guerrilla como a militares, policías, y a cualquier otra fuerza. 
 
Modificado por última vez en Sábado, 28 Junio 2014 20:16
Elementos de Juicio

Email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Acerca de Nosotros

Nuestro propósito es aprovechar la tecnología en beneficio de la divulgación, el análisis, la controversia, la verificación de los grandes asuntos en que aparece el Derecho, en cualquiera de sus ramas; los procesos judiciales de trascendencia y los más importantes debates y acontecimientos.