LA RENOVACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA

02 Oct 2013
Valora este artículo
(1 Voto)
9006 veces
Todo indica que el Papa Francisco no pasará inadvertido para  la historia de la Iglesia, ni para la del mundo. No es difícil concluir  que está dispuesto a introducir  cambios de fondo en el Vaticano y en el catolicismo. Desde su primer acto, cuando al ser presentado ante los fieles congregados en la plaza de San Pedro -quienes esperaron con paciencia por varias horas la aparición del humo blanco, tras la renuncia de Benedicto XVI- no quiso  llevar prendas de lujo, ni elevarse a la categoría de inalcanzable, dio muestras, mediante signos, de lo que sería la característica esencial de su misión como cabeza visible de la Iglesia: la RENOVACIÓN de la misma. Que es urgente y necesaria.

Francisco ha llamado la atención de los sacerdotes en cuanto a su verdadero papel, que guarda relación con el origen del cristianismo; con las genuinas enseñanzas de Jesús; con la humildad, la voluntad de servicio y la aproximación a los integrantes de la grey para entender sus problemas y sus necesidades espirituales y materiales.

También ha insistido en que el centro de la actividad del Vaticano no puede ser el propio Vaticano, pues la función que ejerce se proyecta a la periferia, para tomar contacto con los seres humanos que integran la Iglesia.

Asimismo, el Sumo Pontífice  ha abierto  las puertas del Vaticano; ha permitido conocer públicamente  la realidad de las finanzas de la Curia romana y mostrar el presupuesto del Banco Vaticano, habitualmente misterioso; y no ha impedido ni interferido la labor de los investigadores  civiles acerca de la actividad y responsabilidad de jerarcas de la Iglesia en posibles delitos financieros. Es un Papa cuyo objetivo predominante radica en que la Iglesia Católica sea, de acuerdo con su naturaleza y su espíritu primigenio,  un modelo de austeridad, humildad, apertura y honestidad, y hay quienes sostienen que Francisco  podría reestructurar  y hasta clausurar  la indicada institución financiera, que no goza propiamente de prestigio.

Igualmente, el Papa ha condenado con toda contundencia -como han debido hacerlo hace tiempo- a los curas pederastas y corruptores de menores -que constituyen una verdadera vergüenza para el catolicismo- y, como lo han pedido los feligreses  en todas partes, los ha excluido de la Iglesia, propiciando su juzgamiento por los tribunales, a la vez que ha pedido perdón a las víctimas por  sus numerosos  abusos  y escándalos.

Bergoglio emprende ahora la reestructuración de la Curia, mediante un Consejo de ocho cardenales cuidadosamente seleccionados, que ya ha empezado a sesionar.

Desde luego,  el Santo Padre se enfrentará a los tradicionalistas dentro de la jerarquía eclesiástica, y a vicios enraizados desde hace mucho tiempo,  pero  en esa tarea cuenta con el apoyo de las grandes mayorías católicas en todo el mundo, y con el respaldo, desde el cielo, del propio Jesucristo, cuya doctrina había sido traicionada.

Modificado por última vez en Martes, 15 Octubre 2013 17:42
La Voz del Derecho

Nuestro propósito es aprovechar la tecnología en beneficio de la divulgación, el análisis, la controversia, la verificación de los grandes asuntos en que aparece el Derecho, en cualquiera de sus ramas; los procesos judiciales de trascendencia y los más importantes debates y acontecimientos.

Email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Acerca de Nosotros

Nuestro propósito es aprovechar la tecnología en beneficio de la divulgación, el análisis, la controversia, la verificación de los grandes asuntos en que aparece el Derecho, en cualquiera de sus ramas; los procesos judiciales de trascendencia y los más importantes debates y acontecimientos.