LA SALUD EN GRAVE CRISIS

19 Jul 2012
Valora este artículo
(0 votos)
3351 veces

 

POR JOSE GREGORIO HERNANDEZ GALINDO

 

La Ministra de Salud, Beatriz Londoño. Foto: Semana.com

 

La crisis del sistema de salud en Colombia  -ya no es un secreto-  es enorme. La situación es tan grave en esta materia que la salud no puede ya sostenerse ni en el aspecto financiero, ni en el administrativo, ni el de la moralidad, y claro está, resulta especialmente insostenible en el campo de los servicios que debería garantizar y no garantiza.

 

Cuando al respecto hablan los funcionarios gubernamentales parece que se estuvieran refiriendo a otro país, porque para ellos todo es benéfico y actualizado, mientras las empresas autorizadas para prestar los servicios de salud no cumplen su función y los pacientes y afiliados tienen que pedir por misericordia que se les brinde aquello que les corresponde por derecho.

 

Un anciano de 87 años, viudo y sin hijos, nos solicitó ayer instaurar una acción de tutela para que en la EPS le suministren varios medicamentos que los médicos estiman necesarios y urgentes; que no están en el Plan Obligatorio de Salud, pero que tampoco pueden ser sustituidos por medicamentos incluidos en el mismo, y que la institución niega porque los considera muy costosos.

 

Se trata de una persona completamente sola, que nos informa sobre la agresividad y falta de consideración de funcionarios de la EPS y la IPS, que lo remiten de una oficina a otra, y que nada le resuelven. Él mismo tiene que adelantar los trámites, al paso que su salud se deteriora sin remedio.

 

Este es el drama de muchos colombianos. Renuncia el Superintendente de Salud. Se retiran varias empresas del sistema, y el Gobierno al parecer no se da cuenta de la catástrofe.

Modificado por última vez en Sábado, 28 Junio 2014 20:16
Elementos de Juicio

Email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Acerca de Nosotros

Nuestro propósito es aprovechar la tecnología en beneficio de la divulgación, el análisis, la controversia, la verificación de los grandes asuntos en que aparece el Derecho, en cualquiera de sus ramas; los procesos judiciales de trascendencia y los más importantes debates y acontecimientos.