LOS ULTRAMILLONARIOS

27 Jul 2012
Valora este artículo
(0 votos)
3355 veces

POR RICAURTE LOSADA VALDERRAMA

Un estudio de la consultora Wealth-X acaba de determinar que los ultramillonarios en el mundo son 185.795 que poseen un patrimonio superior a 30 millones de dólares y un total de 25 billones de dólares.

 

De los continentes, el que mayor número de personas con más de 30 millones de dólares cuenta, es Norteamérica, con 62.960 y 8,2 billones de dólares. El liderazgo de esta subregión es impulsado por 57.860 ultramillonarios que tiene Estados Unidos, el país con la mayor cantidad de fortunas del mundo. Y Europa tiene 54.325, mientras que el Asia Pacífico cuenta con 42.525.

 

De otra parte, un informe del Credit Suisse Research Institute, también de estos días, indica que el 10 por ciento de la población mundial tiene el 83 por ciento de la riqueza y que el 43 por ciento de este total está concentrado en el uno por ciento.

 

Respecto a la distribución geográfica, la riqueza se concentra en las zonas con mayor nivel de desarrollo económico: en Europa el 32 por ciento, Norteamérica, el 31 por ciento,  en la cuenca del pacífico, excluyendo India y China, el 22 por ciento.

 

Y el 15 por ciento restante, donde reside el 58 por ciento de la población, está entre China -ocho por ciento-, Latinoamérica -cuatro por ciento-, de los cuales 900 son colombianos, que representan el 0.001% de la población, India -dos por ciento- y África -uno por ciento.

 

Son entonces pertinentes las afirmaciones del ex presidente López Michelsen: “...la partera de las revoluciones populares puede ser por igual la excesiva pobreza o la riqueza mal distribuida, porque las bonanzas no son menos explosivas que la miseria.” Esta admonición es clara; más palabras sobran.

 

Modificado por última vez en Sábado, 28 Junio 2014 20:16
Elementos de Juicio

Email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Acerca de Nosotros

Nuestro propósito es aprovechar la tecnología en beneficio de la divulgación, el análisis, la controversia, la verificación de los grandes asuntos en que aparece el Derecho, en cualquiera de sus ramas; los procesos judiciales de trascendencia y los más importantes debates y acontecimientos.