Dentro de la colección “Mención de honor”, la Pontificia Universidad Javeriana y la Editorial Ibáñez presentan a la comunidad jurídica el libro “El juez de tutela como arquitecto del Estado Social de Derecho”.

 

Los autores -Daniela Sanclemente Machado y Carlos José Lasprilla Villalobos- son abogados egresados de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Pontificia Universidad Javeriana y profesores de Derecho Constitucional y Teoría de la Constitución de la misma Universidad, y han sido abogados investigadores de la Corporación Excelencia en la Justicia.

 

El prólogo fue escrito por el ex constituyente y ex ministro Juan Carlos Esguerra Portocarrero, quien tuvo a cargo la dirección académica del trabajo.

 

Se preguntan los investigadores si el juez de tutela en Colombia es un problema o una solución. Y subrayan que cada vez más las sentencias de amparo, aunque argumentan garantizar la vigencia de la Constitución, son cuestionadas por la creación de figuras jurídicas y la extensión de los efectos de las mismas hasta límites ciertamente debatibles.

 

En la obra se adelanta un análisis acerca del denominado “activismo judicial”, y si bien los autores  formulan críticas respecto a algunas decisiones –como es perfectamente legítimo que se haga-,  reconocen que, ante la alarmante realidad social colombiana y la evidente inacción estatal, el ciudadano necesita de ese juez activo e incómodo que pueda respaldarlo cuando le sean vulnerados sus derechos porque, así sea un problema para aquel que no se apresta a cumplir con los postulados del Estado Social de Derecho, “el juez de tutela es una solución no deseable pero sí necesaria para la vigencia” del mismo.

 

Con muy buenos fundamentos y una sólida argumentación, y con el apoyo siempre oportuno de la doctrina y la jurisprudencia constitucional, en las páginas del libro se encuentran los antecedentes históricos del Estado de Derecho como límite al absolutismo y los del establecimiento del Estado Social de Derecho y su consagración en el Estatuto Constitucional de 1991. Al respecto, se formulan consideraciones acerca del desarrollo que ha tenido el concepto en Colombia, la perspectiva institucional y el diseño de la organización estatal , la garantía de los derechos y la función de protección que corresponde dentro del ordenamiento al juez de tutela.

 

Hay en la obra una excelente información para los lectores y estudiosos acerca de las raíces internacionales de la acción de tutela, en particular en lo que atañe a la figura en el Derecho mexicano –el derecho de amparo y los juicios de amparo- y a su adopción por parte del Constituyente colombiano en 1991.

 

Los autores examinan detenidamente la ampliación cualitativa y cuantitativa de la competencia del juez de tutela; la acción de tutela contra providencias judiciales y el estado de cosas inconstitucional, así como los instrumentos jurídicos de un juez arquitecto, y el poder que tiene actualmente en el sistema jurídico colombiano.

 

Un libro de gran interés, que merece reconocimiento aunque no se compartan algunas de sus afirmaciones. Un gran aporte de la Academia, en el ambiente académico propicio dispensado a sus estudiantes por uno de los primeros centros educativos del país –la Universidad Javeriana-, al escrutinio desapasionado y al análisis libre pero respetuoso de la normatividad y la  jurisprudencia  constitucional.