San Francisco de Asis.

14 Abr 2014
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Nació en Asís. Fundador de la orden Franciscana. Hijo de un rico mercader de nombre Pietro di Bernardone. Tuvo una existencia mundana y de altercados que lo llevo a  reflexiones profundas al interior de su vida. Enfermo e insatisfecho con lo que hacía decidió entregarse al apostolado y servir a los pobres. En 1206 renunció públicamente a los bienes que heredó de su padre y decidió vivir como un ermitaño.
 
 
 
Predicó la pobreza como un valor y defendió la vida sencilla basada en los ideales de los evangelios. Formó una orden religiosa, la de los franciscanos. Con la colaboración de Santa Clara fundó la rama femenina de su orden que recibió el nombre de clarisas.
 
 
 
Escribió el Cántico de las Criaturas o Cántico del Hermano Sol. Fue canonizado dos años después de su muerte, el 15 de julio de 1226. Sus seguidores fundamentan su admiración en su modelo de austeridad en su sensibilidad poética.
 
 
 
 
Cántico del Hermano Sol
 
 
 
1Altísimo, omnipotente, buen Señor, 
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.
 
2A ti solo, Altísimo, corresponden, 
y ningún hombre es digno de hacer de ti mención.
 
3Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas, 
especialmente el señor hermano sol, 
el cual es día, y por el cual nos alumbras.
 
4Y él es bello y radiante con gran esplendor, 
de ti, Altísimo, lleva significación.
 
5Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas, 
en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas.
 
6Loado seas, mi Señor, por el hermano viento, 
y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo, 
por el cual a tus criaturas das sustento.
 
7Loado seas, mi Señor, por la hermana agua, 
la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.
 
8Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego, 
por el cual alumbras la noche, 
y él es bello y alegre y robusto y fuerte.
 
9Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra, 
la cual nos sustenta y gobierna, 
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.
 
10Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor, 
y soportan enfermedad y tribulación.
 
11Bienaventurados aquellos que las soporten en paz, 
porque por ti, Altísimo, coronados serán.
 
12Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal, 
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
 
13¡Ay de aquellos que mueran en pecado mortal!: 
bienaventurados aquellos a quienes encuentre en tu santísima voluntad, 
porque la muerte segunda no les hará mal.
 
14Load y bendecid a mi Señor, 
y dadle gracias y servidle con gran humildad.


Modificado por última vez en Martes, 15 Abril 2014 09:50
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