NO HAY EN COLOMBIA UNA POLÍTICA CRIMINAL DEL ESTADO

27 Ago 2012
Valora este artículo
(0 votos)
4967 veces

POR LUDOVICO ARIOSTO

 "Audiencia en la Justicia" - Dibujo de ALIEN
 
Hace tiempo venimos insistiendo en que Colombia carece de una genuina política criminal, lo que implica que no se tenga un verdadero sistema, coherente y armónico, con base en el cual se proteja a la sociedad contra el delito, se persiga efectivamente el crimen, se investigue, juzgue y castigue a los responsables de las conductas reprochadas por la ley, a la vez que se preserven los derechos esenciales de los sindicados o procesados. En suma, en materia penal hace falta un orden jurídico justo, tal como lo quiere la Constitución -según expresa su preámbulo-,  que realice también el valor de la seguridad jurídica.
 
Hoy por hoy no podemos hablar siquiera de un orden mínimo. Lo que impera es la improvisación. Los gobiernos –los llamados a hacerlo-  no han ejercido un liderazgo que conduzca al estudio de los muchos elementos y factores  que inciden en la administración de justicia –en esta y en todas las ramas del Derecho-,  y en consecuencia no han llevado al Congreso, ni han expuesto ante la comunidad, un esquema científicamente elaborado que se aproxime a la realidad y que simultáneamente consulte los principios y reglas que se quisieran consagrar con miras al logro de los objetivos perseguidos. En realidad, si damos una mirada a los últimos diez años de gestión gubernamental, encontramos que ocho se perdieron por completo en la materia, pues no existía un Ministerio de Justicia –encargado de pensar y programar precisamente el diseño requerido para una política criminal-; las funciones al respecto se confundían con las del Ministerio del Interior, y lo poco que se hizo estuvo dedicado a prever disposiciones benévolas para las organizaciones paramilitares (Ley de Justicia y Paz) sobre la base de “desmovilizaciones”  que ahora se encuentran judicialmente  cuestionadas. Sistema fracasado, con poquísimas condenas y con muchos desmovilizados que siguen delinquiendo, ya sea de manera independiente o integrados  a las denominadas “bacrim” (bandas criminales). Los otros dos años –del actual gobierno- se despilfarraron en la preparación, trámite y entierro de la infausta reforma constitucional a la justicia.
 
El Congreso, por su parte, reformó la Constitución para consagrar, con vacíos e incoherencias, el sistema penal acusatorio;  las normas pertinentes entraron en vigor de manera paulatina y muy desordenada, y los resultados no han sido satisfactorios, al punto de reclamar de manera urgente una reforma que muchos hacen consistir en su derogación. Otro fracaso.
 
En cuanto a los altos tribunales, la Corte Constitucional dejó pasar la Ley de Justicia y Paz no obstante sus protuberantes contradicciones con la Carta Política, y la Corte Suprema de Justicia, que adelantó históricos  procesos penales en contra de los llamados “parapolíticos” y que sentó claros principios sobre la necesidad de que los paramilitares, antes de ser extraditados,  respondan en Colombia, ante la administración de justicia y ante las víctimas de sus crímenes  –dos avances extraordinariamente valiosos en el Derecho Penal-, hoy está modificando su jurisprudencia y parece estar dando pie atrás.
 
La Fiscalía, que habría podido enderezar sus esfuerzos hacia el objetivo de convocar a las ramas del poder público con miras a la formulación de un proyecto integral para la política criminal del Estado, ha dado palos de ciego; en algunos períodos ha dado pie a la impunidad y en otros ha improvisado, además de haber sido afectada por  la inestabilidad e interinidad  en su dirección, por causas bien conocidas, y ha sido incapaz de manejar a cabalidad y con efectividad el sistema penal acusatorio y la Ley de Justicia y Paz. A veces da la impresión de perder los papeles y el sentido mismo de su actividad, cayendo en el protagonismo insulso.
 
Por todo eso, y por otras razones más –como la infiltración de la delincuencia en la misma organización estatal-, en Colombia no tenemos un sistema respetable de administración de justicia en materia penal.
 
 
Modificado por última vez en Sábado, 28 Junio 2014 20:16
Elementos de Juicio

Email Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Acerca de Nosotros

Nuestro propósito es aprovechar la tecnología en beneficio de la divulgación, el análisis, la controversia, la verificación de los grandes asuntos en que aparece el Derecho, en cualquiera de sus ramas; los procesos judiciales de trascendencia y los más importantes debates y acontecimientos.