Por RICAURTE LOSADA VALDERRAMA
Liberación de Langlois. Foto www.eltiempo.com
La liberación del periodista francés Romeo Langlois es una buena noticia y lo primero que al respecto debe anotarse, es que no debió ser incluido en la comitiva militar, como tampoco ser secuestrado.
Pero estos dos hechos negativos nos están mostrando una vez más que existe un conflicto que debemos resolver.
Y la solución del problema exige muchas cosas, como recuperar la confianza entre las partes en conflicto, y para lo cual, en medio de la guerra, mientras el Estado y la guerrilla no decidan terminarla, o por lo menos suspenderla, ellas deben crear condiciones de acercamiento. Esto es lo que justamente el Gobierno viene haciendo con el programa de restitución de tierras, el anuncio de otorgar casas en forma gratuita y el marco jurídico para la paz, pero, por supuesto, sin detenerse en el uso del poder coactivo que lleve finalmente a los insurrectos a la negociación.
A su vez, ellos han dado muestras de acercamiento mediante la liberación unilateral de los militares, su promesa de no volver a secuestrar por motivos extorsivos y ahora la liberación del periodista.
En consecuencia, lo más conveniente es aprovechar esta coyuntura, pero la estrategia para la paz es determinante. El Gobierno, por ejemplo, debe persuadir al país sobre la necesidad de negociar y la desmovilización y el otorgamiento de participación política a miembros de la guerrilla son claves para un acuerdo.
Pero claro, el Gobierno está condicionado por el hecho de que mucha gente está indignada por el comportamiento de la guerrilla y debe persuadir al país de que es legítimo y necesario negociar, lo cual es difícil, pues implica reconocerle poder.