El territorio en el cual se encuentra ubicada la ciudad de Mosul, fue cuna en el pasado, de una de las ciudades más importantes de la historia del Antiguo Oriente Próximo, la capital del Imperio Asirio, llamada Nínive. Con la llegada del Estado Islámico a la región, se inició una cruzada de expulsión y persecución en contra –particularmente- de la población cristiana que habita la zona y cuya ideología coexiste en el territorio desde los siglos I y II de nuestra era.
El video de cinco minutos -grabado por los mismos yihadistas- nos muestra como los sediciosos seguidores del Estado Islámico, derribaron las estatuas de sus pedestales y destrozaron las colecciones de arte depositadas en el Museo de Mosul.
Museo de Mosul. Imagen de: www.panoramico.com
Si tenemos en cuenta que algunas de las obras destruidas, datan de varios siglos antes de Cristo (Siglos VII, VIII y XIX a. de C.), estaríamos ante objetos de inestimable valor histórico. Según la UNESCO, entidad que vigila y custodia las obras conservadas en el Museo de Mosul, las obras destruidas están inscritas “en la lista del Patrimonio Mundial”.
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Irina Bokova, Directora General de la Unesco envió una comunicación a la Corte Penal Internacional y espera que la misiva genere una reacción y logré movilizar al mundo entero contra el tráfico ilícito de bienes culturales. Para ella, se trata de “un ataque deliberado contra la historia y la cultura milenarias de Irak y una incitación a la violencia y al odio” y va más allá cuando afirma que se trata de una "cuestión de seguridad en la medida en que alimenta el sectarismo, el extremismo violento y el conflicto en Irak".
Pero la tarea para la UNESCO no está nada fácil, porque 1.800 de los 12.000 sitios arqueológicos de Irak, se encuentran ubicados en zona controlada por el Estado Islámico.
No obstante, para el Estado Islámico, las cosas son diferentes:
(i)Por un lado, los objetos destruidos son vistos como “ídolos que las gentes adoraban en siglos pasados en lugar de Mahoma” algo que ellos no toleran ni están dispuestos a permitir so pretexto del argumento histórico defendido por Occidente.
Lo anterior es coherente, si tenemos en cuenta que para los fundamentalistas la historia no existe, sólo existe el presente. Ejemplo de su posición a ese respecto, quedó grabado en el grito de uno de los yihadistas en el video que filtraron al mundo: “Mahoma nos ordenó deshacernos de las estatuas y las reliquias que son producto de la herejía”; y,
(ii) Por el otro, ya que las obras tienen gran valor económico y son muy apetecidas en el mercado negro, pretenden traficar con algunos de los objetos para buscar recursos financieros y sostener sus actividades terroristas. Según información de la propia UNESCO, los yihadistas están más interesados en vender las obras que en destruirlas.
Está claro que la guerra por construir el Estado Islámico, apoderándose de las tierras que creen suyas, les está costando millones de dólares a los líderes del EI.
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Del video se concluye que además del Museo de Mosul, fue atacada la zona arqueológica de Hatra, donde se encuentra ubicada la divinidad Hatra, en forma de toro alado o lamusu, que era venerada en la antigua Mesopotamia por tratarse de una de las figuras más representativas de la civilización asiria y que data del siglo IX antes de Cristo.
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No obstante, algunos historiadores que no paran de ver el video de cinco minutos, también han dicho que algunas de las obras que salen en la reproducción son copias y no originales lo que para algunos pone en duda la autenticidad del video Empero y en lo que sí están de acuerdo y lamentan todos, es la impotencia en la cual se encuentran, pues es imposible valorar los daños teniendo en cuenta que es improbable acceder a la zona tomada cruelmente por los yihadistas.
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