“Queremos decirles a los colombianos: Cometimos errores”. Respuesta de Iván Márquez en entrevista al diario español “EL PAIS”.

 

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra “error” significa: (i) Concepto equivocado o juicio falso; (ii) Acción desacertada o equivocada; (iii) Cosa hecha erradamente; (iv) Vicio del consentimiento causado por equivocación de buena fe, que anula el acto jurídico si afecta a lo esencial de él o de su objeto. Pues bien, según informe de la Revista Semana del 2014/02/08 la Unidad de Víctimas a comienzos del año 2014 registró más de  6 millones de víctimas –léase errores según Iván Márquez- del conflicto armado al que fue sometido durante más de 30 años,  Colombia. Estamos hablando de un número superior al número de víctimas que dejó el Holocausto Nazi, bajo el mando de Adolfo Hitler.

 

Las víctimas, en su mayoría obligadas a sufrir desplazamiento forzoso (5.4 millones de personas) sufrieron muchas de ellas otra suerte de crímenes: 130.000 personas amenazadas, 75.000 perdieron algún bien, más de 90 mil están desaparecidos, más de 21 mil secuestrados, 55.000 víctimas de algún tipo de terrorismo, cerca de 95.000 homicidios, 540.000 afectadas por el asesinato de un ser querido, 10.500 víctimas de minas antipersonas, 6.500 casos de tortura, casi 7.000 de reclutamiento forzado de niños y 4.000 casos de violencia registrados (falta saber cuánto suman los no registrados)  es el saldo al 31 de diciembre de 2013 de los “errores” cometidos por los guerrilleros de las FARC.

 

En la entrevista concedida al diario El País de España, Iván Márquez se disculpa “por las décimas de fiebre que, dice le incomodan”; le echa la culpa al Gobierno de la demora en finalizar el proceso de negociaciones; añade que la desconfianza se está superando pero que, ellos, los que simplemente cometieron errores, mantienen sus dudas por que el Gobierno no acepta el acuerdo de jurisdicción especial; que ya cedieron mucho y que en lo que no van a ceder es en que el Gobierno pretenda el sometimiento de la guerrilla -como si no fueran ciudadanos colombianos obligados constitucionalmente a someterse, digo yo, porque si dejan las armas será porque se perciben en el futuro como ciudadanos hijos de cualquier vecino común y corriente con un pasado lleno de “errores” pero nada más; agrega que la guerrilla de las FARC está unida y cuenta, pese a las encuestas que dicen todo lo contrario, con el afecto de muchos colombianos y, adicionalmente aclara, presuntuosamente, que él es  un hombre joven y lleno de futuro a la edad de 60 años  “En el campo nos dicen: “pasaron los muchachos, somos gente joven, yo me siento joven aunque tenga mis años”.

 

Obviamente, todos queremos paz. Ellos y todos nosotros. Claro que tenemos que dejar el odio y la venganza y claro que son, el odio y la venganza, sentimientos mezquinos como bien lo dice Iván Márquez. Claro que sí, que lo son. Pero las palabras salen de uno de los líderes de la guerrilla colombiana que dejó a su paso millones de víctimas a las que ahora, el mismísimo Iván Márquez, les pide que abran el corazón a la reconciliación.

 

Sucede que al menos en mi caso, deja mal sabor de boca leer esta entrevista y saber que quienes actuaron de victimarios ahora se quieren reintegrar a la vida social, exigiendo perdón y olvido. Debería pedir perdón primero -pienso yo-  y no seguir diciendo que todo fue un “error” porque hasta cometiendo errores, se pide perdón.

 

Pienso en las mujeres violadas por estos guerrilleros, en los niños reclutados, en los civiles secuestrados por años hasta morir de pena. Tal vez las víctimas civiles del fuego cruzado, hasta pudieron caer muertas o estar desplazadas, por un error. Pero llegar a pensar que todo fue un simple “error”, es una forma simple de resolver el pasado.

 

Es decir, se le exige a una mujer violada por guerrilleros una y otra vez que perdone y olvide, porque el señor cometió un error, un simple error. La vida de esa mujer se perdió en el olvido para siempre por cuenta de un error, muchas de ellas según Informe de la Unidad de Justicia y Paz de Colombia sufrieron torturas catalogadas como de “crueldad extrema”; la violencia que los guerrilleros de las FARC y el ELN tuvieron para con las mujeres de todas las edades no tuvo tregua. Cientos de vidas destruidas por quienes ni siquiera hacían parte de la guerra iniciada, patrocinada y liderada por los errores de los hombres que les gusta jugar a los carros, las motos, el fútbol, el sexo y a la guerra; pero  hoy, uno de estos hombres que cometieron meros errores en la vida, le dice a un diario internacional -cual estrella de cine o del deporte- que añora la paz  y necesita que esa mujer  y todos los colombianos, olvidemos a su victimario y comprendamos que fue tan solo, un tropezón.

 

Añade Iván Márquez como si habláramos de chocolatinas, que hubo víctimas inocentes por errores que se presentaron en la confrontación y ese asunto, algo, lo pone a pensar:  “En la guerra se cometen errores y queremos decirle al pueblo colombiano: “Cometimos errores, sí”.

 

Pero sucede que las mujeres vivían en sus casas, esperando a sus esposos, padres, hermanos  e hijos a quienes muy seguramente mataban en el fuego cruzado de los errores y mientras caían por “error” esos hombres -llámese esposos, padres, hermanos o hijos- ellos, los guerrilleros de las FARC las violaban y torturaban. Además se llevaban a sus niños hombres menores y los reclutaban para imponerles -a la fuerza- un arma y a sus niñas pequeñas también se las llevaban, para prostituirlas, porque los hombres de los “errores” en ese asunto eran todos, unos machos…simples errores. Nada tenemos que cuestionarle a nuestros guerrilleros “chibchombianos” porque al menos Iván Márquez no se arrepiente de nada “He tratado de ser justo e inculcar lo mejor a las tropas guerrilleras que me han acompañado”.

 

Me temo que mientras estos sujetos sean las estrellas, los más de seis millones de colombianos víctimas directas de las FARC y todos los otros colombianos que nacimos en un país de violencia, debemos –sin más trámites- perdonar y olvidar, porque en esta larga guerra de más de 50 años, solo hubo “errores”.

 

Fuentes: