Frase pronunciada por el abogado general de Washington, Bob Ferguson que interpuso la demanda contra la orden ejecutiva decretada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que bloqueaba la entrada de viajeros de siete paises de mayoría musulmana.
El juez de distrito James Robart concedió la orden judicial demandada por el abogado general de Washington que se traduce en la suspensión del veto migratorio de Trump.