EL CRIMEN DE PERUGIA

31 Ene 2014
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Sollecito, Amanda Knox y Rudy Hermann Guede.                                                                                                                                                             Imagen: Reuters.

EL CRIMEN DE PERUGIA. La historia de Amanda Knox y la muerte de su compañera de cuarto Meredith Kercher comienza el 1 de noviembre de 2007 en la noche, cuando en su casa de Perugia (Italia), esta última muere.
 
Al parecer el 2 de noviembre de 2007 al mediodía, Amanda y su novio Raffaele Sollecito[2], encuentran el cuerpo de Meredith, sin vida y cubierto por un edredón. Este hecho llevó a que la investigación se centrara en Raffaele y Amanda como sospechosos.  Posteriormente, se involucra a Patrick Lumumba Diva y el 6 de noviembre de 2007, Raffaele, Amanda y Patrick[3], fueron detenidos.
 
Patrick Lumumba Diva, se defendió argumentando que para la noche del 1 de noviembre de 2007, se encontraba trabajando en su bar y así lo testificó su profesor universitario suizo. No obstante, Amanda Knox lo acusó de ser el autor del asesinato de su compañera de habitación.
 
Por su parte, Amanda Knox y su novio, se defendieron afirmando no haber salido en toda la noche de la casa de Raffaele.
 
Los forenses practicaron muchas pruebas que llevaron a afirmar la culpabilidad de Amanda y Sollecito. Así, el 15 de noviembre, encontraron muestras de ADN de Meredith y Amanda en un cuchillo de cocina en la casa de Sollecito. Pero las pruebas también lograron encontrar un nuevo sospechoso. En una almohada había una muestra de la palma ensangrentada de la mano de Meredith, y en ésta se obtuvo ADN que pertenecía al marfileño Rudy Hermann Guede, de 21 años razón por la cual el 19 de noviembre de 2007, se emite una orden internacional de detención contra Rudy Hermann Guede, por homicidio agravado y violencia sexual.
 
Ante estos nuevos hechos, el 20 de noviembre, el sospechoso Patrick Lumumba es liberado y Rudy, en cumplimiento de la orden internacional de detención, es capturado en Alemania. Rudy confiesa su presencia en la escena del crimen pero afirma categóricamente no haber tenido nada que ver con el asesinato de la británica Meredith Kercher. En su defensa, admite que huyó, pero lo hizo ante el temor de verse involucrado en un asunto que él mismo no pudiera controlar.
 
El 6 de diciembre, Rudy fue trasladado a Italia. Confesó haber estado en la casa de Meredith la noche del 1 de noviembre, haber tenido relaciones sexuales con ella y haber escuchado un grito mientras se encontraba en el baño. Afirmó, que al salir a buscar a Meredith, se tropezó en el pasillo con dos personas, un hombre y una mujer, y encontró a la joven con una herida en la mano, la cual trató de curar y luego huyó por miedo.
 
Amanda Knox, Raffaele Sollecito y Rudy Hermann Guede, mediante recurso de apelación solicitan su libertad provisional. El 1 de abril de 2008, la Corte Suprema rechazó la solicitud contenida en el recurso de apelación bajo el argumento conforme al cual existía riesgo de fuga, manipulación de pruebas y posibilidad de reincidencia.
 
El juez de la causa, frente al sospechoso Patrick Diya Lumumba, cierra la investigación, por considerar que no estuvo implicado con la muerte de la joven Meredith Kercher.
 
La investigación de los forenses, concluye que las pistas los llevan a fiestas clandestinas, drogas, sexo e incluso prácticas de satanismo. En términos de los miembros de la investigación se trataría de “una fiesta de sexo y drogas que salió mal”.
 
En junio 19 de 2008, los fiscales argumentan que Meredith fue asesinada por su compañera de habitación, Amanda Knox, quien le habría propinado las 43 puñaladas, mientras Meredith era sostenida por los jóvenes Raffaele y Rudy en lo que vivieron bajo el efecto de drogas y alcohol como fuerte juego sexual. Para los fiscales, la joven inglesa trató de negarse, pero la agresión desembocó “en un crescendo incontrolado, imparable, de violencia y juego sexual que acabó con la muerte de la muchacha británica”.
 
Los forenses encontraron huellas, cuchillos, manchas de sangre y un sujetador con pruebas de ADN de Raffaele Sollecito. La cámara de seguridad cercana a la casa en la cual vivían las dos jóvenes, evidenció la presencia de Amanda Knox, la noche de los hechos, aunque inicialmente afirmó no haber estado en su casa, sino en la de su amigo Sollecito, fumando marihuana y viendo la película francesa “Amelie”.
 
El 18 de octubre de 2008,  en audiencia preliminar, el juez admitió la solicitud de Rudy Hermann Guede, de un juicio rápido y lo condenó a 30 años de prisión, el 28 de octubre del mismo año[4]. A los jóvenes Amanda Knox y Raffaele Sollecito los envió a juicio.
 
 
EL JUICIO
El 18 de enero de 2009, comenzó el juicio y en primera instancia los dos jóvenes, Amanda Knox y Raffaele Sollecito, fueron acusados de homicidio agravado por violación, robo y manipulación de pruebas. Amanda Knox fue acusada, adicionalmente,  por difamación contra Patrick Lumumba quien estuvo, por sus declaraciones, inicialmente detenido.
 
El 5 de diciembre de 2009, el Tribunal Penal de Perugia condenó a la norteamericana, Amanda Knox, a 26 años de prisión y al joven italiano Raffaele Sollecito, a la pena de 25 años.
 
Los abogados apelaron la decisión y solicitaron la revisión del proceso y la absolución de sus clientes. Exigieron la revisión de las pruebas en las cuales se encontraron muestras de ADN que terminaron implicando a los jóvenes en el crimen. Específicamente el sostén de la joven Meredith en el cual se encontraron muestras de ADN de  Raffaele Sollecito y el cuchillo en el cual se encontraron pruebas de ADN de la joven Amanda Knox.
 
Para los profesores Stefano Conti y Carla Vecchiotti, los test protocolarios de las pruebas no pudieron rehacerse debido a las malas condiciones de conservación en las cuales se encontraban los elementos probatorios, la policía científica no había respetado “los protocolos internacionales de recolección [de pruebas] y almacenamiento”, no existió un móvil del delito, no hubo testigos que probaran la presencia  -aquella noche-de los dos jóvenes  en el lugar del crimen y lo que existió, por el contrario, fue una gran presión mediática y diplomática.
 
El 24 de noviembre de 2010, se reabrió el juicio y el 29 de junio de 2011, las conclusiones del nuevo análisis del ADN solicitado, arrojaron como resultado que las pruebas (el sostén y el cuchillo) no eran fiables.
 
El 3 de octubre de 2011, el Tribunal de Apelaciones de Perugia, absolvió[5] a la norteamericana Amanda Knox y al italiano Raffaele Sollecito, por no encontrar suficiente valor probatorio para condenarlos “no hay pruebas concluyentes” sostuvo el Tribunal conformado por seis vecinos de Perugia y dos magistrados. Amanda y Raffaele fueron liberados, pero la familia de la víctima, apeló el fallo. El Fiscal General, argumentó que los hechos presentados para la absolución de los sospechosos "no se sustentan".
 
No obstante, la norteamericana Amanda Knox, retornó a Seattle, decidida a no regresar a Italia, nunca más y manifestó que: “Es difícil expresar lo que he sufrido en estos cuatro años. Perdí a una amiga de la manera más brutal e inexplicable posible. Y luego tuve que enfrentarme con acusaciones injustas, sin base alguna. Estoy pagando con mi vida algo que no hice. Nunca he violado, ni he asesinado ni he robado. Yo no lo hice. No estuve presente durante aquel crimen. Meredith era amiga mía. Pasaba la vida con ella. Siempre fue gentil conmigo. Ahora solo quiero volver a casa. No quiero ser privada de mi vida, de mi futuro…”.
 
En marzo de 2013, la máxima instancia judicial de Italia, el Tribunal Supremo (Casación), anuló la sentencia absolutoria, al considerar que en el caso concreto no se tuvieron en cuanta el 70% de las pruebas y ordenó repetir el proceso, el cual se adelantó ya no en Perugia, sino en Florencia.
 
El 31 de enero de 2014, el Tribunal de Florencia condenó a la estadounidense Amanda Knox a 28 años de cárcel y a su exnovio Raffaele Sollecito, por la muerte de  Meredith Kercher. Las penas son mayores que las dictadas en primera instancia contra ambos y que quedaron revocadas en apelación.
 
En la sala únicamente se encontraba Sollecito. Ha asistido acompañado de su padre, Francesco, quien afirmó ante los periodistas que asistir a la lectura de la sentencia supone "una elección de valentía y respeto". El padre del acusado también mostró su "confianza en la justicia", según la prensa italiana. No obstante, Raffaele Sollecito, también recibió –por recomendación del fiscal general Alessandro Crini-, además de la condena, medidas cautelares tales como el retiro de su pasaporte o cualquier documento equivalente que le permita salir de Italia. Su abogado defensor, Luca Maori, ha dicho que Raffaele Sollecito, se quedó “devastado” y “sin poder articular palabra” tras la lectura del fallo, pero su otra abogada,  Giulia Bongiorno, aseguró que el veredicto "es solo un episodio del proceso" puesto que la sentencia será impugnada ante el Tribunal Supremo.
 
Amanda Knox permanece en Seattle, por lo que Italia podría solicitar ahora una orden de extradición, lo que puede plantear problemas debido a que las leyes estadounidenses prohíben que una persona pueda ser juzgada dos veces por el mismo delito. Para los abogados norteamericanos, hasta que no haya un veredicto definitivo por parte del Tribunal Supremo, dado que va a haber recurso,  Italia no puede solicitar  la extradición de Amanda Knox.
 
Ante el fallo, el abogado de Amanda Knox, Luciano Virga, manifestó:"Ha sido un buen leñazo, recurriremos. Amanda es inocente. Por su parte, la norteamericana Amanda Knox afirmó en un comunicado, que: "Habiendo sido considerada inocente en el pasado, me esperaba algo mejor del sistema judicial italiano. No hay pruebas acusatorias hacia mí".
 
 
 


[1] Amanda Knox, estudiante de Seattle (EE.UU.) estudiaba en la Universidad de Perugia y Meredith se encontraba en Italia estudiando, gracias a una beca otorgada por el programa Erasmus (European Community Action Scheme for the Mobility of University Students).
[2] Estudiante de 24 años, dos semanas antes de la muerte de Meredith conoció a Amanda Knox, con quien estaba saliendo.
[3] Lumumba Diva, de 38 años, es de Zaire (Africa.  Actualmente República Democrática del Congo), pero vivía en Umbría desde el año 1988, donde montó un bar en el cual trabajaba Amanda Knox.
[4] Posteriormente, el 22 de diciembre de 2009, la pena fue reducida a 16 años de prisión.
[5] Para los británicos, la norteamericana Amanda Knox, apodada el “Ángel negro de Seattle”, es una chica promiscua, mentirosa, aficionada a fumar marihuana y a las fiestas. Una bella joven, con apariencia de no haber roto un plato. Fría, calculadora y psicópata.
 
Modificado por última vez en Viernes, 31 Enero 2014 16:01
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