Cumplido el trámite de la primera vuelta en las elecciones presidenciales, al no haber alcanzado
la mayoría ninguno de los candidatos, pasan a segunda vuelta según la Constitución los dos primeros: Oscar Iván Zuluaga y Juan Manuel Santos.
En tres semanas, el 15 de junio, los ciudadanos escogeremos en las urnas –entre esas dos propuestas- al nuevo Presidente de la República.
Con independencia de las investigaciones que deben adelantar las autoridades sobre los delitos que de parte y parte se denunciaron antes de la primera vuelta, lo cierto es que las campañas deberían entrar en una etapa muy distinta de la precedente:
- Erradicar toda forma de propaganda negra o guerra sucia. Deben despedir a los asesores expertos en esas vergonzosas actividades y concentrarse en la postulación de sus programas.
- Definir las posiciones de los candidatos sobre política económica, sobre política agropecuaria, sobre política ambiental, sobre política tributaria, sobre política social y en materias tales como la reforma a la justicia, a la educación, a la salud; la generación de empleo real y no disfrazado.
Más que las alianzas entre ideologías contrarias, cada candidato tendría que plantear con claridad todo aquello que hará al frente del Gobierno.
Sería muy importante que se definiera acerca de la figura de la reelección; si se va a derogar o se va a continuar.
En materia de diálogos de paz ya se tienen claras las posiciones, pero ese no puede ser el único tema de campaña.