El reciente fallo proferido por la Corte Suprema de Justicia en el que confirma la responsabilidad civil de la Iglesia católica, a través de la Diócesis de Líbano-Honda (Tolima), en el abuso sexual de dos niños de 7 y 8 años en el 2007 en ese municipio, por parte del sacerdorte Luis Enrique Muñoz, ha sido catalogado como histórico, pues es la primera condena en la que la Iglesia Católica es declarada responsable por las acciones de curas pederastas.
La Iglesia católica rechazó la decisión del alto tribunal al considerarla como una ofensa y al argumentar que; según las palabras del Presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Augusto Castro, no se "entiende cómo, por un acto individual, totalmente contrario a lo que pide y enseña la Iglesia, después se le condene".
Para analizar el fallo y los diferentes argumentos expuestos tanto por la Corte Suprema de Justicia como por la Iglesia católica contamos, en Debates Constitucionales, con la participación de Jaime Berján Rodríguez, abogado de las víctimas y quién las representó tanto en el proceso penal como civil. El sacerdote fue condenado a más de 18 años de prisión y se calcula que la Iglesia tendrá que pagar a la familia de las víctimas $800 millones.
"Fueron seis años de un proceso largo, pero en materia de jurisprudencia se sentó un precedente muy importante", aseguró Berján. Por otro lado, instó a la Iglesia a pedir unas disculpas sinceras frente a este grave hecho e hizo un llamado para que los menores afectados reciban una atención efectiva en materia educativa y psicológica.
En nuestro programa, además, contamos con la participación de los miembros permanentes de la mesa; los abogados y docentes, Sergio Reyes Blanco, Douglas Lorduy Montañez y Mirta Patricia Bejarano. Bajo la dirección del Doctor José Gregorio Hernández Galindo y la participación de las periodistas María Camila Idrobo y Sharon Ramírez Santamaría.
Durante el debate se mencionó la importancia de adoptar medidas desde la Iglesia en relación, por ejemplo, a una política de pedagogía para evitar más abusos a menores y expulsar a aquellos sacerdotes que cometan actos de pederastia. De hecho, se llamó la atención sobre la posibilidad de reevaluar la exigencia del celibato.