ÉTICA E INDEPENDENCIA PERIODÍSTICAS: ¿SE ESTÁ CORROMPIENDO LA SAL?

04 Nov 2012
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POR JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ GALINDO

 

Fotografía www.elementosdejuicio.com.co

 

Discutía esta mañana en Ciudad de México -ya lo había hecho días atrás en Tlaxcala en el Foro sobre Transparencia- con algunos periodistas latinoamericanos acerca de la inmensa responsabilidad que tienen los periodistas y los medios de comunicación ante nuestras sociedades, como garantes de la pulcritud que debe presidir la actividad pública y de la lucha contra la corrupción tanto en el Estado como en el sector privado de la economía.

 

Minutos después de esa charla, leí en Internet dos columnas de hoy que me impactaron en relación con el mismo tema. Había defendido a capa y espada ante extranjeros  el buen ejemplo de profesionalismo de la mayoría de los periodistas colombianos, pero hechos recientes ponían en tela de juicio mis palabras.

 

Transcribo algunos párrafos de la excelente columna escrita por Daniel Samper Pizano en EL TIEMPO (Nov. 3 de 2012):

 
"La historia es así. El 11 de octubre, el periodista Daniel Pardo publica en el portal Kienyké (K&K) un artículo sobre las elevadas sumas con que la petrolera PR busca apacentar los medios de comunicación. Señala de manera específica a La W, de Julio Sánchez Cristo, y a la propia K&K, y dice que PR acosa judicialmente al periodista Héctor Mario Rodríguez con ayuda de La W. Agrega que PR "ha hecho lo que ha querido con los grandes medios colombianos porque los periodistas/empresarios que manejan la prensa se lo permitieron" y que la campaña publicitaria 'Pacific ES Colombia' demuestra que "en este país la plata puede comprar lo que sea, incluso la verdad".
 
Sánchez reacciona ante las acusaciones y envía a Adriana Bernal, presidenta del consejo editorial de K&K, y a María Elvira Bonilla, directora del medio, unos mensajes donde Rodríguez avala el comportamiento de La W en su pleito con PR. Bonilla pide pruebas de sus afirmaciones a Pardo y, al no obtenerlas en breve plazo, lo despide como colaborador. Pardo publica sus documentos en el portal La Silla Vacía, y, según Bonilla, al convencerse de que el columnista tenía razón, propone que lo reenganchen en K&K. La revista se niega y entonces renuncian Bonilla y el subdirector, Harold Abueta.
 
La versión que dio a Cambalache Adriana Bernal es diferente. De acuerdo con ella, a Pardo lo desconectan porque "en su columna sobre Pacific intervino Rodríguez con el ánimo de hacerle daño a Julio Sánchez", y a Bonilla le piden la renuncia por sus errores en el manejo del caso Pardo. Bernal sostiene que su portal nunca ha dejado de publicar nada por presión de PR. Cuando le indico que en K&K aparecen varios publirreportajes escritos por la oficina de prensa de PR sin identificación como publicidad y con firma de la revista, señala que la responsabilidad de esos materiales recae sobre la Dirección. Es decir, sobre Bonilla.
 
El asunto genera algunas noticias y numerosos comentarios. Al final, muchas son las víctimas y pocos los favorecidos. Las más perjudicadas son la credibilidad de la prensa y de los periodistas/empresarios por su posible vulnerabilidad ante el poder de los grandes anunciadores y, naturalmente, la aplanadora de PR, dispuesta a comprar, acallar o acosar periodistas. Socios de Pacific Rubiales llegaron a tener acciones en la Casa Editorial EL TIEMPO y hace unos meses intentaron (¡qué miedo!) convertirse en mayoritarios".
María Jimena Duzán, por su parte, escribió en SEMANA (Nov. 3 de 2012):
 
"El periodista Daniel Pardo cometió el pecado mortal de meterse con los medios y fue ejecutado. Y como en los tiempos de la inquisición su cabeza fue mostrada como un acto de escarmiento. Daniel tuvo la insolencia, o la valentía diríamos otros, de mostrar no precisamente nuestro mejor lado sino el más oscuro: el del maridaje que hay entre ciertos periodistas-empresarios y la pauta que reciben.
Sin ninguna reverencia por el cuarto poder, Daniel abordó en su columna de Kien&ke una verdad de a puño que nos deja muy mal parados: el hecho indiscutible de que la mayoría de los medios dejaron  de investigar los escándalos que pusieron en el ojo del huracán a Pacific Rubiales hace unos años, desde que la petrolera decidió inyectarlos de pauta. 
 
Lo cual nos lleva al segundo pecado cometido por Daniel: no solo se metió a criticar a los medios, sino que lo hizo con nombre propio.
 
Eso acabó de rematarlo. Daniel fue un poco más allá de lo que habían ido periodistas como María Elvira Samper quien en su columna de El Espectador había alertado  sobre los efectos que podría tener en la información este aumento sorpresivo de la pauta de Pacific Rubiales y expuso dos casos: el del portal Kien&ke, donde él trabajaba como columnista, de propiedad de Adriana Bernal, una exitosa empresaria que decidió incursionar en el mundo de los medios virtuales, y el de La W, emisora que dirige el periodista Julio Sánchez Cristo quien acaba de ser bautizado por la pluma mordaz de Mauricio Pombo como el Carlos Slim de los medios. Según Daniel, Kien&ke habría hecho algunos publirreportajes sobre Pacific Rubiales que salieron publicados como información desinteresada. Esa afirmación hasta hoy no ha sido desmentida por el portal Kien&ke. Y en cuanto a La W, Daniel recogió una frase del periodista Héctor Mario Rodríguez quien ha denunciado por acoso judicial a Pacific Rubiales, compañía que demandó al periodista luego de que este publicó unas denuncias sobre la petrolera. La frase era la siguiente: "Pacific sabía que mi flanco de salida era La W y buscaron cortar ese filtro con avisos".  A renglón seguido Daniel Pardo afirmó que, "en el archivo de La W se encuentran pocas noticias o investigaciones que cuestionan a la petrolera después de que empezó la campaña según la cual 'Pacific es Colombia'".
 
Aunque esta aseveración no ha merecido ningún comentario ni de La W ni de su director, por cuenta de una nota publicada en Kien&ke en la que explican las razones por las cuales echaron a Daniel se concluye que estas dos frases fueron el motivo de su salida. En esa comunicación Kien&ke afirma que lo que dice Pardo de La W contradecía un correo que había llegado a la dirección de ese portal según el cual el periodista Rodríguez le decía a Julio Sánchez que no tenía ninguna queja contra la emisora y que por el contrario, La W había sido la primera que había publicado en su web todas sus denuncias contra Pacific, y que le había dado micrófonos para que denunciara el caso del matoneo contra él. Como Daniel, según Kien&ke, no mandó a tiempo los soportes de los audios para sustentar lo escrito en su columna, Kien&ke prefirió quedar bien con La W y echó a su columnista argumentando que su escrito carecía de rigor periodístico.  Los documentos que soportaban su reportería finalmente salieron publicados en lasillavacia.com y Daniel Pardo pudo demostrar que a él lo echaron no por ser mal periodista sino por haber expuesto sin pudor una incómoda verdad". 
 
Ante todo esto, y desde los puntos de vista de la libertad de expresión; del derecho-deber que tiene un periodista de informar lo irregular, no importa si caen o no "vacas sagradas"; del derecho que tenemos todos los colombianos a estar bien y completamente informados -sin manipulaciones ni compras de periodistas-; de la ética de peiodistas y medios; de la ética que deben practicar los empresarios; de la transparencia con que todos ellos deben actuar públicamente...vale la pena preguntar:
 
-¿Dónde quedó la independencia profesional de los periodistas y los medios involucrados en este escándalo? Ya sabíamos, por experiencia directa, sobre la falta de ética de "Kienyké", pero no de otros de los mencionados. Muchas explicaciones le deben al país.
 
-¿Cuál debe ser la posición de los demás periodistas del país, que -creemos o creíamos- son en su mayoría respetuosos de la ética y del derecho que tiene el público a estar bien informado? ¿Esto no merece un pronunciamiento riguroso de las asociaciones y agremiaciones periodísticas?
 
-¿No han entendido en ciertos medios el altísimo concepto de responsabilidad social, inherente a su actividad?
 
-¿Responderá la firma Pacific Rubiales las muy pertinentes preguntas que formula Daniel Samper en su columna?
 
-¿Qué es eso del "acoso judicial" del que se habla?
 
Obviamente, lo ocurrido también demuestra que hay periodistas serios y rectos, como Pardo o como Daniel Samper, pero es una lástima que se esté generalizando la falta de ética de los medios y los comunicadores, porque "Si la sal se corrompe, ¿con qué se salará?" 
Modificado por última vez en Sábado, 28 Junio 2014 20:16
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