Anda hoy mucha gente importante admitiendo una eventual escalada del conflicto interno en Colombia, cayendo inconscientemente en lo que la ultraderecha pretende: hacerle creer a la opinión pública que al presidente Santos le quedó grande el tema.
Por OCTAVIO QUINTERO
Admitir que hay una escalada del conflicto es decir que en el pasado gobierno ese conflicto venía disminuyendo, y de paso, entrar en un contrasentido, pues, es precisamente quien hoy es Presidente, el mismo que como ministro de Defensa alcanzaba el “éxito” que lo contrario indica. No tiene sentido que se compare el ayer de Uribe con el hoy de Santos en esa materia, pues, el uno y otro no son más que lo mismo.
Quizás lo que tenemos de nuevo –y ojalá así sea- es el fin de los falsos positivos que no solo consistieron en matar gente por ahí para luego hacerla pasar como guerrilleros, dejando la sensación pública de que el exterminio de las Farc era inminente. Falsos positivos fueron también las mentiras que el hoy Presidente le metió al país como ministro de Defensa a nombre de un gobierno que a cada golpe militar –falso o positivo- anunciaba el “fin del fin”.
Y nos comimos el cuento de que la muerte (natural) de Tiro Fijo, era el comienzo del fin; que la de Reyes era el fin y la de Jojoy el fin del fin; y nos tragamos también el “éxito” militar de la “Operación Jaque” y nos fuimos indigestando poco a poco de ilusión de paz con acciones tan macabras como la mano del muerto que entregó un guerrillero como prueba del asesinato de su jefe; o tan ingenuas como la entrega de Karina, la terrible guerrillera que, al parecer, anda metida por ahí en un convento impartiendo catequesis a piadosas monjas.
A Santos (Presidente) le hace falta un Santos (ministro de Defensa) que sea capaz de montar los falsos positivos y las mentiras castrenses que nos dieron la sensación de que Uribe era nuestro Eisenhower.
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Fin de folio: Ese cuento del “fin del fin” de la guerrilla en Colombia se parece mucho a esa premonición de Bertol Brecht en su obra teatral ‘Arturo Ui’, cuando dice: (…) “No os regocijéis en su derrota. Por más que el mundo se mantuvo en pie y paró al bastardo, la perra que lo parió anda otra vez en celo”.
(Debo esta cita al amigo Libardo Ariza –El alquimista)