Por John Marulanda (*)
Desde la batalla de Maratón en el 490 a. de C. hasta las guerras de Irak y Afganistán, el tipo de armas o tecnología, la calidad y condición de los combatientes y los motivos de la confrontación, estos últimos casi siempre económicos, han sido la mejor radiografía para entender la cultura del momento.
El conflicto colombiano, enquistado en la técnica guerrillera de los años 60, engastado en la economía del narcotráfico, con asomos de tecnología de punta y colateralidades propias de la globalización, es un buen ejemplo del aserto anterior. Miremos al respecto dos elementos recientes.
1. Los italianos se ingeniaron no las bombas sino las minas lapa, hacia 1913 con el propósito de hundir barcos enemigos. Los británicos las perfeccionaron y las utilizaron exitosamente en la segunda guerra mundial (1945). Los terroristas de ETA las utilizaron en España (1960), haciendo volar carros oficiales, con pasajero a bordo y todo, claro, y los inefables norteamericanos se las entregaron a los muyahidines en Afganistán para que destruyeran los carros blindados soviéticos (1980). Eta le enseno esta vieja técnica a las Farc que hace poco le plantaron una al vehículo del ex ministro Fernando Londoño en Bogotá. Simple: una carga explosiva adquirida en el mercado negro o de factura “casera”, un método de “pega”, un temporizador estándar (10-12 segundos) y un miliciano bien entrenado. Asi pues, atacando símbolos con minas lapa, tratando de crear desconcierto y temor con carros bombas, buscando intimidar a la comunidad urbana -mana conocida - mientras planta bombas y ataca militares descuidados o mal liderados en el área rural, las Farc priorizan la violencia como argumento de cualquier posible negociación. No tienen argumentos más poderosos que ese?
2. Los “drones” o aviones no tripulados (UAV por sus siglas en ingles) existen desde hace muchos años. Nada nuevo, en realidad. Usted lo puede hacer: un avión o helicóptero a control remoto de buena envergadura ($500.ooo) con un cámara inalámbrica con monitor ($200.ooo) enganchada y ya está. Unos años atrás fuimos informados que las Farc utilizarían este tipo elemental de “drones” con explosivos para atentar contra…cualquier cosa. Pero los UAV de verdad como el RQ -170 Sentinel, o el Predator o el Reaper, de ataque, son muy avanzada y cara tecnologías para un país en desarrollo. Ahora parece que vamos a comprar el sistema israelita Hermes 900, del cual Chile tiene 3 unidades y Brazil otras 3. Venezuela tiene “drones” criollos (El Silbón, entre ellos) y experimenta con iraníes (Mojhae), rusos (Rubezh 2 y Rubezh 10) y chinos (YLZ). Ecuador tiene seis UAV israelitas (Heron y Searcher), por ahora varados. Argentina, que tiene sus “drones” criollos (el Carancho y el Tehuelche), está proyectando con Brasil (Embraer) construir un UAV para comercializarlo en la región. En Colombia el sistema Hermes 900 sería útil para lidiar con la amenaza interna, pero poco práctico para prevenir riesgos fronterizos: uno o varios globos aerostáticos resultarían más eficaces y eficientes. Con los UAV, el gobierno consolida el dominio de la tercera dimensión del campo de batalla, el espacio, cuyo control jamás permitirá a las Farc avanzar militarmente más allá de donde están hoy.
Minas lapa y “Drones”. ¿Algo está cambiando en el conflicto colombiano? No mucho por ahora. Vendrán mas atentados de las Farc y el Herón 900 y otros “drones” menores surcaran nuestro espacio aéreo. Sin embargo, mientras en el Congreso se da vía libre a un instrumento político de Paz y paralelamente se remoza el fuero militar, el gobierno consolida su superioridad militar aérea y los narcoterroristas continúan, como en el siglo diecinueve, utilizando explosivos en sus variadas formas con una absoluta perdida de norte político y con el desencanto de jamás llegar al poder por las armas. Uniendo puntos, se podría interpretar que están dados los elementos estratégicos básicos para el desarrollo de un pragmático y sigiloso proyecto de dialogo del actual gobierno con las narco Farc.
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(*) Abogado. Consultor en Seguridad y Defensa
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