POR JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ GALINDO
Imagen tomada de: www.hoy.com.do
La situación política en Venezuela no solamente sigue siendo grave sino que la tensión aumenta día por día, a medida que se aproxima el momento de toma de posesión del declarado Presidente electo Nicolás Maduro -prevista para mañana, viernes 19 de abril-.
La oposición, encabezada por Henrique Capriles, además de los “cacerolazos” -ya han hecho tres, respondidos con los “cohetazos” -fuegos artificiales- por parte de los chavistas- ha presentado solicitud formal, ante el Consejo Nacional Electoral, de apertura de las cajas y reconteo de todos los votos. El Presidente electo Nicolás Maduro ha manifestado que se atiene a lo que responda el Consejo Electoral.
Pero, además, el Tribunal Supremo manifestó ayer que no es posible el reconteo de votos porque el sistema de votación es electrónico, de manera que los votos físicos no pueden, en el sentir del Tribunal, ser contabilizados, porque todo está en las máquinas.
Se dice que en la Asamblea Nacional, su Presidente Diosdado Cabello ha decidido no permitir el uso de la palabra a los diputados que no reconozcan a Maduro como Presidente.
El enfrentamiento entre los partidarios de uno y otro bando es permanente, y la impresión que se tiene en el mundo es la de una bomba de tiempo social y política a punto de explotar, sin que hasta ahora se haya logrado acordar una solución de carácter jurídico que defina la situación.
El Tribunal Supremo dice que la figura del reconteo sencillamente no existe, y obviamente, ya no será posible si Maduro presta juramento e inicia su período de seis años.
Lo que hay en este momento es una situación muy compleja, de hecho, -y una gran polarización- y el derecho , ausente, no ha suministrado las soluciones.