Por JHON MARULANDA
Tomado de: elcolombiano.com
Por el monto de los mensajes recibidos retomo el artículo anterior. Durante casi cuatro décadas, el más alto porcentaje de homicidios en Colombia no se ha producido por el conflicto armado. Aspecto que, como me dice la exsecretaria de Planeación de Bogotá, Carmenza Saldias, les resta a las farc el peligrosismo que le quieren dar los interesados en otorgarles prebendas políticas: manejo político del miedo, se llama eso.
La mayoría de asesinatos en el país, según el último informe de Medicina Legal, han sido y son motivados por venganzas, ajustes de cuentas, peleas y atracos que están ligados directa o indirectamente con las organizaciones y con las dinámicas del narcotráfico y son consecuencia de un aparato de justicia ineficaz, por no decir corrupto. El asunto es que siendo las farc el principal cartel del narcotráfico de Colombia, están de manera directa o indirecta ligadas a la gran mayoría de homicidios delincuenciales, tráficos ilegales, corrupción, extorsión y delitos colaterales al crimen organizado.
Para la extrema izquierda continental y para el Foro de San Pablo, el narcotráfico es problema de los capitalistas norteamericanos. Craso error: las primeras víctimas somos los latinoamericanos y las organizaciones terroristas que como las farc, pensaron simplistamente financiar su revolución con cocaína y cayeron en la trampa. Pero el asunto trasciende las fronteras nacionales.
La prensa mexicana titula sobre sicarios colombianos al servicio de los carteles; en Guatemala los asesinatos de y por colombianos son noticia periódica; en Santa Cruz, Bolivia, hay miembros de las farc entrenando sicarios del narcotráfico; en Perú, en Ecuador, en Venezuela, en Argentina, por citar unos países de la región, la violencia cocainera por cuenta de colombianos se registra frecuentemente. Y los nexos de las farc con los carteles mexicanos es inocultable.
Controvierto con el Director de la Policía cuando dice que un acuerdo con las farc disminuirá el narcotráfico. Difícil de creer que vaya a mermar un mercado estabilizado en Estados Unidos, al alza en Europa, creciente en Brasil y Latinoamérica y abriéndose hacia África, India y Asia, con Colombia como primer productor y Perú y Bolivia en aumento productivo. Además de la inocultable realidad del aporte económico de esta ilegalidad a la economía formal.
Las farc, pues, seguirán en el negocio con sus congresistas habaneros financiados adivinen por quiénes y con el beneplácito de narco-redes políticas nacionales y continentales. Las farc, narcotráfico, delincuencia transnacional de todo tipo y política: esta es la verdadera amenaza contra la seguridad nacional. ¿Razones para pensar en un expolicía como presidente? Al final, elbussines capitalista superó a la revolución marxista-leninista. Y cuando se legalice la cocaína, los muertos de esta "guerra" se olvidarán y quienes nos llevaron a ella harán un mutis por el foro. Esto no es peccata minuta.