Mañana a las 9:00 a.m., hora de Colombia, será divulgado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, el fallo mediante el cual se pone fin al proceso iniciado desde 2001 en contra de Colombia por Nicaragua respecto a la zona del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Once años de controversia judicial.

 

Es pertinente aclarar que no está en discusión lo concerniente a la soberanía de Colombia sobre San Andrés, Providencia y Santa Catalina, que indudablemente son de Colombia, tal como lo tiene definido desde 1928 el Tratado Esguerra-Bárcenas y así lo declaró la Corte Internacional de Justicia (CIJ) mediante providencia adoptada el 13 de diciembre de 2007. Allí se puso de presente por los magistrados que el aludido Tratado se encuentra en pleno vigor y obliga a las dos partes.

 

Lo que ahora será resuelto tiene que ver exclusivamente con la delimitación marítima entre los dos Estados. El Tratado prevé que el meridiano 82 es el punto de referencia para esa delimitación.

 

Hasta ahora, Colombia ha defendido su soberanía, basada en el Tratado, y su ejercicio ha recaído sobre las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina -lo que ratifica la decisón de la Corte de 2007- y siete cayos: Serrana, Serranilla, Alburquerque, Roncador, Quitasueño, Bajo Nuevo y Este-Sudeste

 

Nicaragua, que ha desconocido el Tratado en reiteradas oportunidades, alegando que cuando se celebró no estaba en uso genuino de soberanía, busca ampliar su mar territorial y quedarse con islas, islotes y cayos, y persiste en su solicitud a la Corte en el sentido de que la línea demarcatoria sea trazada al oriente del archipiélago, de suerte que, si la Corte accediera a las pretensiones nicaragüenses, para Colombia quedaría solamente lo que se encuentre entre Cartagena y el archipiélago, y por tanto, Colombia –que, se repite, ejerce soberanía sobre los territorios en razón del Tratado de 1928- se encontraría en una posición un tanto absurda, pues las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina estarían ubicadas como enclaves colombianos en mar territorial de Nicaragua.