LEYENDO LA PRENSA
Por LUDOVICO ARIOSTO
James Holmes. Foto tomada de peru.com
El caso más reciente, el de James Eagen Holmes, un hombre de apenas 24 años, cuyo acto demencial, protagonizado en la localidad de Aurora, en Denver (Colorado), ha conmovido al mundo; tiene de luto al pueblo norteamericano, y ha puesto de nuevo en el centro de la atención pública un tipo de criminalidad cuyas características escapan a las tradicionales clasificaciones de los especialistas.
El propósito de individuos como Holmes parece ser “matar al mayor número, no importa quiénes”, y no sabemos si hay un “por qué”, un móvil del crimen.
Con varios casos de similares dimensiones que atemorizan y angustian a los habitantes –quienes ya no encuentran actividad laboral, académica o lúdica que pueda estar exenta de ataque por parte de algún perturbado asesino armado hasta los dientes-, el Gobierno y la Justicia de los Estados Unidos se enfrentan a un desafío inmenso respecto del cual no parece que sirva de mucho la sola y acostumbrada respuesta de las ruedas de prensa policiales a posteriori, en que los agentes del orden aparecen tan sorprendidos e impotentes como los ciudadanos particulares.
En el caso de Aurora, la declaración del presidente Obama es la misma de todas las autoridades en casos anteriores, y bien podríamos haberla adivinado antes de escucharla: “Estoy triste por este tiroteo horrible y trágico”. “Mi gobierno está comprometido con llevar a la justicia a quien fuera responsable, garantizar la seguridad de nuestra gente y atender a quienes fueron heridos”. Y decretó seis días de duelo nacional.
Según la página "http://actualidad.rt.com", "la tragedia en Colorado es la mayor y la más violenta matanza con armas de fuego perpetrada en el país desde la de Virginia Tech, en 2007, cuando resultaron muertas 33 personas. De acuerdo con un recuento de la Campaña Brady de Prevención de la Violencia Armada, en EE.UU. se registran de promedio 20 tiroteos cada año. Según las estadísticas de los Centros para el Control de Enfermedades, cada año 100.000 personas resultan heridas por armas de fuego en el país, muchas de las cuales son niños. Más de 31.500 fallecen como consecuencia de la violencia armada". (Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/49651-denver-masacre-batman-joker-aurora-caballero-oscuro)
¿Cómo ocurrieron los hechos en este estremecedor episodio que convirtió en víctimas a los desprevenidos espectadores de un estreno cinematográfico?
Lo narró así la agencia de noticias AP:
"Colorado, EU.- Mientras la nueva película de Batman se exhibía en la pantalla, un sujeto armado, vestido de negro y equipado con casco, armadura policial y una máscara antigás se levantó y avanzó hacia una puerta lateral.
Al principio, algunos espectadores lo distinguieron sólo como una silueta y pensaron que era un actor que formaba parte del espectáculo relacionado con uno de los estrenos cinematográficos más esperados del año.
Pero luego, según las autoridades, el hombre lanzó envases de gas que llenaron de humo la sala de cine en un suburbio de Denver. En medio de esa neblina y de la confusión entre lo que podía ser una fantasía de Hollywood o una realidad terrorífica, el sujeto abrió fuego, mientras la gente gritaba y se lanzaba al suelo para cubrirse.
Por lo menos 12 personas murieron y 59 (después la policía indicó que fueron 70) resultaron heridas, en uno de los ataques a tiros más mortíferos en la historia reciente de Estados Unidos.
“Parecía un asesino listo para ir a una guerra”, dijo Jordan Crofter, quien asistió al cine y resultó ileso tras el ataque del viernes por la madrugada. Los disparos comenzaron aproximadamente 30 minutos después del estreno especial de medianoche de la película “The Dark Knight Rises”.
El agresor, identificado por la policía como James Holmes de 24 años, usó un fusil semiautomático del estilo militar, así como dos pistolas. No dejó de disparar salvo en las pausas para volver a cargar sus armas.
Según los testigos, el sospechoso avanzó por el pasillo del cine, y abrió fuego contra aquellos espectadores que trataron de huir. Las autoridades dijeron que 71 personas fueron alcanzadas por las balas. Una resultó herida en una sala adyacente, por un proyectil que penetró el muro.
“Había cartuchos (vacíos) que me caían en la cabeza. Me quemaban en la frente”, dijo Jennifer Seeger y añadió que el hombre iba vestido como los agentes del grupo especial SWAT.
“En cada instante todo era: ¡bum, bum, bum!”, recordó. “Recargaba y disparaba, y quien trataba de salir era asesinado”.
En cuestión de minutos, las llamadas desesperadas al número telefónico 911 derivaron en la llegada de unos 200 agentes policiales, ambulancias y otros cuerpos de emergencias. Holmes fue capturado en el aparcamiento. La policía dijo que después encontró explosivos listos para detonar en su apartamento cercano”.”
Como lo dijeron las autoridades, además el asesino de Denver tenía organizado y bien calculado desde el punto de vista técnico todo un arsenal, que explotaría cuando los agentes de la Policía intentaran ingresar a su apartamento, en donde residía completamente solo. Según la policía, ellos "nunca habían visto nada como los explosivos hallados en el apartamento de Holmes".
Hasta aquí la información.Pues bien, varias inquietudes se han generalizado en relación con este asunto en los Estados Unidos y en otros países:
-¿Puede ingresar a un teatro, universidad, centro comercial, centro médico, iglesia u otro lugar público –sin que las autoridades se percaten- un individuo que porta numerosas armas y municiones?
-¿Debe continuar la absoluta libertad hoy existente en los Estados Unidos en materia de venta y comercialización de armas de fuego? ¿Habrá que modificar la norma constitucional vigente en la que se amparan los defensores de esa libertad?
-¿Está bien que cualquiera esté en capacidad de adquirir una pistola, un rifle, un revólver sin el más mínimo requisito, y tan sólo pagando el valor exigido por el vendedor?
-¿No genera sospecha la circunstancia de que una persona compre y acumule muchas armas, como está probado que ocurrió en el caso de Holmes?
-¿Qué mecanismos se deberían utilizar por las autoridades para seguir o interceptar a quien hace las adquisiciones de armamento de manera reiterada, sin violentar la libertad de la que todos los ciudadanos son titulares?
-¿Es esa facilidad en la adquisición de armas el único factor que incide en comportamientos criminales como el que se registra?
-¿En qué medida están influyendo los medios de comunicación, en particular los electrónicos, la red Internet y las llamadas redes sociales en la conducta de personas como Holmes?
-¿O existe, más bien, una predisposición de ciertas personas para el crimen, habida cuenta de la formación recibida en el hogar o merced al influjo de grupos humanos a los que se hayan integrado?
-¿O, por el contrario, se trata de personas de tendencia solitaria y retraída, que por falta de una interacción con otros, tienen la ocasión de maquinar bestialidades como la que ahora lamentamos?
-Dados los antecedentes de este y otros casos, ¿no debería existir algún tipo de alarma ante ciertos escritos –que pueden ser, por sus connotaciones, provenientes de potenciales asesinos- y que se difunden en las redes sociales o en correos electrónicos?
-¿Se debería extender a todas las personas una obligación de someterse a examen sicológico o inclusive siquiátrico cada cierto tiempo? ¿Y hasta dónde podría llegar la acción preventiva de las autoridades si los facultativos llegasen a encontrar características sociópatas en la personalidad de alguien que ha sido examinado?
-Más aún: ¿Las tendencias asesinas o sociópatas de una persona se pueden detectar mediante este tipo de exámenes?
-¿Desencadenó la masacre, en este caso al menos, la trama de la película “The Dark Knight Rises”, que se exhibía en el lugar de la tragedia, a uno de cuyos personajes quería imitar el homicida? ¿Algunas escenas? ¿El tráiler del próximo estreno titulado “Gangster Squad”? ¿Un cómic antiguo de la serie Batman?
Estas y muchas otras preguntas se están haciendo hoy mismo en territorio norteamericano. También nosotros deberíamos formularnos, al menos como ejercicio preventivo, que no sobra en una sociedad cada vez más proclive a las influencias de todo tipo provenientes del país del norte.
