Pasada la segunda vuelta en las elecciones presidenciales colombianas, conviene analizar con cabeza fría lo ocurrido:
1) En primer lugar, debemos destacar la acertada conducción del proceso por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil. Los resultados fueron entregados con enorme rapidez y una gran exactitud. En menos de media hora, desde el momento en que a las cuatro de la tarde se cerraron los centros de votación, los colombianos supimos quién había resultado ganador y cuál había sido su ventaja.
2) Lejos de haberse presentado el fraude que pregonaba el uribismo con varios días de antelación, el proceso de votación y entrega de resultados fueron transparentes y claros. Por eso nos extraña la actitud del ex presidente Uribe, quien, al contrario de su candidato Oscar Iván Zuluaga, no quiere reconocer que Juan Manuel Santos fue reelegido en buena lid y limpiamente.
2) Lejos de haberse presentado el fraude que pregonaba el uribismo con varios días de antelación, el proceso de votación y entrega de resultados fueron transparentes y claros. Por eso nos extraña la actitud del ex presidente Uribe, quien, al contrario de su candidato Oscar Iván Zuluaga, no quiere reconocer que Juan Manuel Santos fue reelegido en buena lid y limpiamente.
3) Ganó Juan Manuel Santos y eso es indiscutible, sin sombra de dudas. Creo que las acusaciones, las sindicaciones de fraude electoral están llamadas al fracaso porque sencillamente no hay ninguna prueba en tal sentido.
4) A propósito, debemos registrar con complacencia, el reconocimiento que muy temprano hicieron tanto el Dr Oscar Iván Zuluaga como la Dra Martha Lucía Ramírez, quienes muy pronto, cuando los resultados fueron evidentes salieron precisamente a dar sus primeras declaraciones manifestando que reconocían el triunfo del Presidente Juan Manuel Santos.
4) A propósito, debemos registrar con complacencia, el reconocimiento que muy temprano hicieron tanto el Dr Oscar Iván Zuluaga como la Dra Martha Lucía Ramírez, quienes muy pronto, cuando los resultados fueron evidentes salieron precisamente a dar sus primeras declaraciones manifestando que reconocían el triunfo del Presidente Juan Manuel Santos.
5) Ganó Santos, más que por los méritos de su gobierno, por su compromiso con la paz y por el temor de muchos a la política guerrerista proclamada por el denominado Centro Democrático.
6) Valió la pena la campaña en tal sentido, y a no dudarlo, influyeron las noticias procedentes de La Habana sobre los avances hasta ahora conseguidos y el empeño del Gobierno en poner fin al conflicto armado mediante el diálogo. Está claro, además, que la mayoría de los colombianos no creyeron las especies divulgadas por el uribismo sobre la posible entrega de las instituciones civiles y militares a las FARC. Eso no ha ocurrido, y creemos en la buena fe del Ejecutivo, que ha asegurado que en tal sentido no se está negociando, que no se aproxima esa entrega de la que tanto han hablado quienes ahora van a quedar en la absoluta y completa oposición al gobierno del Presidente Santos.
7) Viene ahora la conformación del gobierno para el período que se inicia el 7 de agosto. Muchas cosas tendrá que replantear el Presidente Santos. En materia de salud, en materia de educación, en materia de política económica, en materia agrícola, en el campo de la justicia. Muchos asuntos de trascendencia deben ser tratados en el interior del Gobierno y en el Congreso que se instala el 20 de julio.
Hacemos votos porque Juan Manuel Santos, como lo ha prometido, haga la paz y corrija el rumbo, en la economía para alcanzar un verdadero estado social de derecho.
