Oriana Fallaci y el único amor de su vida, el activista griego Alekos Panagulis.
Escritora y periodista italiana. Nació en Italia (Florencia) el 29 de junio de 1930 y murió el 14 de septiembre de 2006 en Florencia.
Nació en el seno de una familia humilde que con el paso del tiempo se inclinó al periodismo. Sus dos hermanos menores también fueron escritores y periodistas. Su padre era un activo antifascista que influyó en el pensamiento de la familia y especialmente en el de Oriana Fallaci, quien desde su adolescencia fue partisana y dura activista durante la II Guerra Mundial.
Hizo parte de la resistencia en contra de la ocupación nazi en su Toscana natal. Su padre fue prisionero durante la guerra, torturado y posteriormente liberado. Hechos que marcaron el pensamiento crítico y librepensador de la Fallaci.
Estudió en su ciudad natal y a pesar de su vocación de periodista ingresó a la facultad de medicina. Sobre esa experiencia afirmó: “Me matriculé en Medicina porque el tío Bruno decía que estudiar Medicina me ayudaría a ser escritora y en aquel tiempo la Universidad no era gratis: hacía falta costeársela. Luego me quedé en periodismo que me permitía escribir, y a la vez que realizaba los estudios universitarios, escribía pequeños reportajes para un diario de Florencia". Nunca terminó la carrera de medicina.
El estilo periodístico de Oriana Fallaci, fue siempre el de una persona con criterio independiente. Sus obras y sus artículos fueron incluso provocadores y controversiales. Se hizo famosa por sus entrevistas a diferentes líderes políticos del mundo como el Ayatolá Jomeini, Henry Kissinger, el Sha de Persia, Indira Gandhi, Mai Tse Tung, Glorda Meir entre otros.
En 1968 fue herida de bala en Ciudad de México mientras cubría las manifestaciones estudiantiles que se llevaron a cabo previos los Juegos Olímpicos de México. A causa de una enfermedad se retiró por muchos años del periodismo hasta el 11 de septiembre de 2001 cuando sucedió el atentado a las torres gemelas de la ciudad de Nueva York que la sensibilizaron a escribir de nuevo como testigo directa de lo acontecido. En adelante decidió escribir en defensa de la civilización occidental y en contra de la islamización de Occidente lo que le trajo muchos problemas e incluso la apertura de procesos legales por difamación al islam. Obviamente, su posición radical también le trajo muchos seguidores y apoyos.
Defendió la inteligencia de los entrevistados como único elemento enriquecedor de la entrevista. Para Oriana Fallaci lo que valen son las repuestas y no las preguntas. Al respecto afirmó: “Si una persona tiene talento, se le puede preguntar la cosa más trivial del mundo: siempre responderá de modo brillante y profundo. Si una persona es mediocre, se le puede plantear la pregunta más inteligente del mundo: responderá siempre de manera mediocre”.
En 1973, conoció al poeta Alekos Panagulis, un resistente a la dictadura griega. Oriana Fallaci, lo amó profundamente y fue el único hombre con el cual convivió durante 3 años hasta el 1 de mayo de 1976 cuando Alekos fue asesinado en una calle de Atenas. De Alekos, Oriana Fallaci quedó embarazada del hijo que perdió y al cual le dedicó su famoso libro: “Carta a un niño que nunca nació”.
Al líder de la resistencia, Alekos Panagulis le dedicó su libro “Un Hombre”.
