A Joaquín Guzmán Loera, Alias El Chapo, los Estados Unidos lo acusa de conspirar para traficar con toneladas de cocaína en San Diego (California) en el año de 1995 y tráfico de heroína, cocaína, marihuana, lavado de dinero, asesinatos, secuestros, amenazas, sobornos a las autoridades y compra ilícita de armas  en los estados de Arizona, Texas, Illinois, Nueva York y Florida. Según el diario norteamericano The New York Times, lo más probable es que sea el juzgado de Brooklyn, Nueva York, el primero en juzgarlo por una causa abierta desde el año 2009 que no sólo afecta a El Chapo sino a otros grandes narcotraficantes mejicanos; pero,  en últimas será la Jefa del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Loretta Lynch, la que decidirá el tribunal que juzgará primero a El Chapo, una vez sea extraditado a ese país. 

 

 

En México, los grupos que lidera El Chapo, mantienen el control sobre parte del territorio del país centroamericano acudiendo al asesinato de miles de personas, a la extorsión, el secuestro y el cobro de dineros producto de las actividades delictivas. Se le acusa de delincuencia organizada, delitos contra la salud, violación a la Ley federal de armas de fuego y explosivos y, uso de recursos de procedencia ilícita. En 1993 se le condenó a 20 años de prisión por cohecho y asociación delictuosa por la que aún debe pagar 12 años de sentencia pendientes (se fugó en el año 2001).  

 

El Chapo fue recapturado y se fugó nuevamente el año pasado de la prisión de máxima seguridad  de El Altiplano ubicada a unos 90 kilómetros del oeste de Ciudad de México, pero su prontuario lo convirtió en uno de los criminales más buscados del mundo, por lo que llama la atención que una famosa actriz mejicana, Kate del Castillo y, un reconocido actor estadounidense, Sean Penn, resuelvan, a riesgo de perder sus vidas o con todas las seguridades que un criminal puede ofrecer,  la decisión de reunirse con un delincuente en la clandestinidad, para hacerle una entrevista.

 

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Se trata de la entrevista que le hizo Sean Penn a El Chapo, para la revista “Rolling Stone” el 2 de octubre de 2015 en la que participó una actriz mexicana curtida en protagonizar películas y series de capos de la mafia, Kate del Castillo. El actor estadounidense y la actriz mejicana hacen evidente la admiración que le profesan a El Chapo, pese a los miles de muertos que se le atribuyen.

 

Además ha generado todo una discusión periodística derivada de la decisión de enviar el texto completo de la entrevista al Chapo para que la aprobara antes de su publicación, lo que desacredita –según algunos- la historia completa.  El reportero, jefe de la Oficina en México del Dallas Morning News, Alfredo Corchado, ha dicho que la entrevista de Sean Penn debe tomarse como “un insulto a los periodistas que han muerto en el nombre de la verdad” (…) “Como periodista me preocupa, molesta y me duele que algunos consideren esto periodismo porque no refleja en nada el sacrificio que han hecho colegas en todo mundo, particularmente en México, para luchar contra la censura” (…) “En mi carrera ha habido oportunidades de entrevistar a miembros del crimen organizado, pero con condiciones y sin garantías de protección. Las he rechazado por muchas razones: ¿Qué tal si no les gustan las preguntas que hago, o el producto final? ¿A quién le ayuda más dicho reportaje: al interés público o a engrandecer la mítica figura del narcotraficante?”.

 

La verdad es que el debate se está abriendo en todos los frentes y el jurídico es uno de ellos. ¿Cometieron algún delito los actores Kate del Castillo y Sean Penn?

 

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El abogado Floyd Abrams, abogado de la firma neoyorquina Cahill Gordon & Reindel, dijo a la AFP que Sean Penn no está incurso en delito alguno: “El simple hecho de hablar con él (El Chapo) no representa ningún riesgo penal según la ley estadounidense”. Para el abogado, a Penn no lo deberían molestar pidiéndole explicaciones porque nada malo hizo con esa entrevista ni aún si la hubiera hecho a título personal. Agregó que “El que actuara como periodista, si acaso, le ayudará a demostrar que no estuvo involucrado en ninguna clase de conspiración con él. No es un delito hablar con alguien. Si (el Chapo) le dio dinero o consejos para evitar ser ubicado, eso es otro problema”, sostuvo el abogado  “Pero el mero hecho de que se reunieran, lo entrevistara y escribiera el artículo no es suficiente para justificar una acción penal”.

 

Aclaró que si bien es cierto que el Gobierno de los Estados Unidos pudo interrogar a Sean Penn para dar con su paradero una vez publicada la entrevista, ese hecho no fue necesario si tenemos en cuenta que el delincuente fue capturado un día antes de la publicación. 

 

Respecto de Kate del Castillo, las autoridades  mexicanas han manifestado que la actriz será vinculada a una investigación para establecer el acuerdo al que llegó con 'El Chapo' para obtener la entrevista.