POR RICAURTE LOSADA VALDERRAMA
Quiso el destino de Colombia que se iniciaran conversaciones con la guerrilla en pro de un proceso de paz, luego del cual ojalá se ponga término al torbellino de la guerra.
Lo primero que debemos entender es que es improbable el éxito de una salida exclusivamente militar, no sólo porque de triunfar militarmente el Estado, habría que hacer siempre acuerdos de paz, sino porque así lo demuestran los más de 60 anos de conflicto.
En consecuencia, la acción militar debe tener como función principal asegurar la negociación, lo cual indica que ella no ha sido suficientemente eficaz y eficiente, pues de otra manera habría hecho que el conflicto hubiera culminado y que se hubiera llevado antes a la guerrilla a una mesa de negociación.
Las primeras aproximaciones no incluyen el cese al fuego y de hostilidades, lo cual sólo es posible hasta tanto haya unos mínimos acuerdos y una mínima confianza entre las partes en relación con las posibilidades de éxito de las conversaciones. De ahí la necesidad de la cautela y del sigilo, poco entendido por algunos, particularmente por la extrema derecha.
De otra parte, el Estado debe propiciar la realización de una asamblea constituyente que fuera de ser atractiva para la guerrilla desde el punto de vista de su participación en la vida democrática, recomponga el pacto social, y para lo cual, la confianza y la superioridad militar y política del Estado deben mantenerse, pues de no ser así se le quita piso a la negociación.
Y no se olvide por los recalcitrantes opositores del proceso que el exterminio es un imposible y es inconveniente a los intereses del país y de la paz. Lo que se impone es una negociación seria que traiga una paz duradera.
Y de todo lo importante conocido durante la semana que acaba de culminar sobre el iniciado proceso de paz se encuentra el acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, pero por razones de espacio este será un tema de una próxima oportunidad. Por ahora, felicitaciones, señor Presidente.