¿Otras FF.MM.?¿Otro Ejército?

05 Mar 2014
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John Marulanda
ABOGADO. Consultor Internacional en Seguridad y Defensa.

 
Cuando se firme un documento de Paz en La Habana, las farc, Cuba y Venezuela reclamarán mediáticamente como suyo el éxito de una paz que quedará en suspenso por muchos años. En ese entretanto, los "entreguistas" de las farc tratarán de deslindarse de sus carteles narcotraficantes que continuarán con el negocio. Y mientras nos indigestaremos viendo a los matasiete marxistas-leninistas posando de padres de la patria o dando cátedra sobre derechos humanos, el gobierno proclamará un nuevo y único enemigo del Estado: el narcotráfico. Nada nuevo: rastrojos, urabeños y otras bandas similares ya son un serio problema de orden público. Para combatir este crimen organizado, mejor la Policía que el Ejército, el cual, como ya lo advirtió su actual Comandante, se reducirá. Habrá también que reorientar sus tareas como lo advirtió una viceministra: protección de la biodiversidad y las fuentes hídricas, atención a riesgos y amenazas. Nuestro Ejército con la Escuela de Colonización en La Tagua, la Escuela de Relaciones Civiles Militares, los ingenieros militares, por citar unos ejemplos recientes, ha marcado caminos de desarrollo y progreso interrumpidos por políticas erradas que ahora parecen renacer, recomendadas por militares extranjeros a quienes la patria colombiana no tiene por qué dolerles. ¿Nuevos retos para las FF. MM.? Movilidad, unidades altamente especializadas y por supuesto una inteligente protección de nuestras fronteras frente a una Venezuela superarmada y emproblemada, un Ecuador en rienda autoritaria y una Nicaragua expansionista con apoyo ruso, algo que "especialistas" foráneos no nos lo tienen que decir.
 
Unidades militares electrónicas y cibernéticas serán necesarias, previo reajuste de la Ley de Inteligencia y Contrainteligencia. Y tecnología: da grima que mientras Venezuela, Ecuador y Bolivia tienen sus satélites propios para asuntos de seguridad, Colombia no. Urgente es posicionar la Escuela Superior de Guerra como primer Centro de Pensamiento en Seguridad y Defensa de nuestro país para que centros similares de otros países, ONG aviesas, empresas disfrazadas de centros científicos y "expertos" mamertos no sean los que "revelen" las cifras del conflicto a su amaño y proyecten el rumbo operacional de nuestras Fuerzas Armadas. ACORE, LA RESERVA MORAL del país, debe resaltar su perfil, actuar con mayor contundencia y rescatar un criterio gerencial con vocación política. Si hay que cambiar sus reglamentos germinales ya es tiempo. El potencial político de Acore, desafortunadamente mal manejado, debe empezar a hacerse sentir. Hay con qué. Tenemos oficiales, suboficiales y soldados que no desmerecen ni poco frente a cualquier militar del mundo. 

Otra reforma es inmediata y crítica: el voto de los militares. No pueden nuestros soldados continuar siendo tratados como ciudadanos de segunda. Sí. Unas renovadas FF. MM., un ejército más moderno, una Escuela de Seguridad y Defensa respetable y una Reserva de peso, pero no como víctimas propiciatorias a los terroristas. Sospecha y temor que el gobierno aún no logra desvirtuar.

 

 

 
Modificado por última vez en Viernes, 20 Junio 2014 19:12
John Marulanda

Consultor Internacional en Seguridad y Defensa

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