El llamado que hace el Vicepresidente de la República Germán Vargas Lleras a los partidos políticos y a todos los colombianos debe ser atendido. Se trata de que todo el país, unido por el patriotismo -que está por encima de las controversias y diferencias políticas- apoye al gobierno nacional para reaccionar contra el abusivo Decreto  787 del 26 de mayo de 2015, firmado por el Presidente venezolano Nicolás Maduro.

 

Como ustedes saben,  mediante ese acto unilateral, que desconoce los más elementales principios del  Derecho Internacional Público, y al establecer las  llamadas “zonas de defensa integral marítima e insular” (Zodimain), el gobernante venezolano pretende liquidar a favor de su país un diferendo que lleva décadas respecto a la delimitación de áreas marinas y submarinas en el Golfo de Coquivacoa. Como si no se hubiera discutido el tema en forma bilateral, sin llegar a un acuerdo definitorio –lo que implica que el asunto está en discusión, Maduro hace la demarcación de manera arbitraria y pretende imponerla a Colombia, sin diálogo y sin derecho.

 

 Como lo hemos dicho, desde una perspectiva jurídica, el Decreto carece de todo fundamento, y es inaceptable para Colombia en cuanto atenta contra nuestra soberanía y es abiertamente contrario a la lealtad procesal y a las normas internacionales. Más que un acto inamistoso, estamos ante un desafío que se le hace al Estado colombiano de manera arbitraria y sin “elegantia juris”, de modo grosero, de hecho.

 

Sabemos muy bien que el Presidente Maduro busca a toda costa fortalecerse internamente y unificar a su pueblo contra otros Estados, para disimular la caótica situación de su gobierno, cuya debilidad y desprestigio internacional  son evidentes.

 

Como señala la Constitución Política de 1991, el Presidente de la República encarna la dignidad nacional, representa a Colombia ante la comunidad internacional y es el supremo director de las  relaciones exteriores. Por tanto, debe ser rodeado por todos en defensa de la soberanía y el territorio, en el reclamo a Venezuela para que derogue el decreto dictado, en lo que a nuestro Estado corresponde. Los partidos no pueden ser ajenos al interés de la Patria.