Como se sabe, hemos mantenido algunas reservas desde la perspectiva constitucional acerca de la manera como se han venido desarrollando en el Congreso y en el Gobierno los acuerdos pactados con las Farc, y hemos puesto en tela de juicio con buenas razones varias de las normas dictadas.
Ahora bien, en la medida en que la Corte Constitucional se vaya pronunciando sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de tales normas, se irá dilucidando lo que permanecerá de esa normativa y lo que será excluido, a la vez que se irá consolidando el panorama jurídico general, hasta ahora muy lleno de nubarrones e interrogantes no respondidos. Y, aunque discrepemos del sentido de algunas decisiones o de las consideraciones o razones consignadas en las respectivas sentencias, lo cierto es que, en el Estado de Derecho, todos debemos acatar las sentencias, que son definitivas y obligatorias.
Dicho eso, entonces, debemos registrar como algo de la mayor importancia que haya culminado el trámite de selección de los magistrados que estarán a la cabeza de la Jurisdicción Especial de Paz, JEP, que habrá de juzgar a todos aquellos que sean imputados por delitos cometidos a lo largo del conflicto armado y en relación con el mismo.
Por razones de soberanía, no hemos compartido que los electores sean en su mayoría extranjeros, pero ya estamos ante el hecho de unas normas aceptadas y ahora aplicadas.
Se han escuchado críticas sobre algunos de los elegidos, por un posible sesgo ideológico. Sin embargo, creemos que, por una parte, entre los nombres divulgados están los de juristas -hombres y mujeres- de gran respetabilidad, conocimiento y experiencia, que han probado en el pasado su preparación y capacidades, y por otra que solamente cabrá calificarlos por sus actuaciones y decisiones. La sociedad debe darles oportunidad, ver el conjunto de la jurisdicción como tal, y confiar de buena fe en su idoneidad e imparcialidad.
Ahora tienen la palabra, sucesivamente, el Congreso y la Corte Constitucional, en relación con la indispensable legislación estatutaria, para que esta nueva jurisdicción comience a operar, esperamos que para bien del país, de la paz y de la justicia.