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Las tres primeras “plantadas de bandera” del nuevo gobierno, demuestran su comprensión e interés en la problemática de Seguridad y Defensa de la nación.

San Andrés. El país enfrenta la amenaza del triángulo venenoso Managua - La Habana – Caracas, alimentado militarmente por Rusia y objetivo económico de China. El archipiélago puede ser el motivo de alguna perturbación fronteriza que traiga a las puertas de US, quid pro quo, las mismas turbulencias de los rusos en Polonia y los países Bálticos. Nicaragua se arma y equipa, Cuba conoce los secretos estratégicos de Colombia y Venezuela, empeñada a Rusia y China, agoniza económicamente, con sus fuerzas militares fracturadas y una grave crisis humanitaria. Cualquier cosa puede suceder.

Catatumbo. Área disputada por el eln, el epl, farc-disidencias, el cartel del golfo y muchos otros carteles, bandas y combos que trabajan con mexicanos y con militares venezolanos. Allí se abrió el boquete que nos tiene vergonzosamente como primer productor mundial de cocaína, debido a una irresponsable negociación del gobierno Santos. Cientos de toneladas métricas de cocaína, salen por ese confín vía aérea al Caribe, África y Europa. Y si hay una amenaza latente de algún tipo de agresión militar contra Colombia es por esa frontera.“Vamos hacia una guerra con Colombia” dijo hace poco Roy Chaderton y Pedro Carreño lo planteó hace un mes.

Tumaco. Puerta de salida al Pacífico de más de 500 toneladas métricas de cocaína hacia US. Ecuador juega un papel principal en esta región y a menos que una base de control aeronaval como la de Manta se instale, ese “Arco del Pacífico” seguirá siendo el hueco favorito por donde ingresa y se consolida la más grave amenaza contra nuestra seguridad interna: el Crimen Organizado Internacional que entrelaza Venezuela, Brasil y Perú.

Por otra parte, error es que la diplomacia sea excusa para el debilitamiento de la seguridad. El caso de Palestina debe ser revisado a luz de este concepto, pues en América Latina los mejores amigos de los palestinos son, precisamente, Cuba, Nicaragua y Venezuela, especialmente esta última que se ha convertido en refugio favorito de islamistas extremistas. El reconocimiento a Palestina y el narcotráfico nos ponen en trayectoria de colisión contra los intereses de seguridad de Estados Unidos.