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Las opciones que hoy se abrirían ante la crisis venezolana serían: guerra civil, cuartelazo o intervención y consolidación del régimen.
Los intentos de rebelión ciudadana fueron ferozmente reprimidos, como en Nicaragua, y dejaron sin aliento a quienes piensen reincidir en este camino, que no se puede descartar definitivamente.
Aunque hay informaciones sobre reuniones del equipo de Trump para gestionar un Golpe, el cuartelazo se ve improbable por la cooptación del Mando y la desmoralización de la subalternidad. No hay con quien, dicen algunos.
El Secretario de la OEA, guiñó una posible intervención, pensando probablemente que desde el 2005, la ONU adoptó la doctrina R2P (Right to Protect), el Derecho a Proteger, que justifica la intervención de fuerzas humanitarias en un país cuando el gobierno comprometa la seguridad de su propia gente, caso Venezuela. El Embajador de Bogotá en Washington ha repetido que “todas las opciones están abiertas” y el gobierno colombiano parece secundar las pretensiones de Almagro, al no firmar un documento del Grupo de Lima rechazando una intrusión. Claro que, en el Consejo de Seguridad de la NNUU, China vetaría tal opción.
Con la producción petrolera más baja en 50 años, PDVSA en banca rota y CITGO embargada, Miraflores no la tiene nada fácil. China, la misma que tiene quebrados a los textileros colombianos, acaba de prestarle otros 5 mil millones de dólares a Maduro para que sobreagüe su crisis. Y como la nueva doctrina militar de Pekín autoriza a sus Fuerzas Armada intervenir en cualquier parte del mundo para proteger sus intereses, que en Venezuela son, oficialmente, del orden de los 70 mil millones de dólares ¿permitirá Estados Unidos militares chinos en Venezuela, en donde ya, como en Nicaragua y Cuba, hay soldados rusos?
La consolidación de la dictadura es probable, pero tendería a convertirse en un régimen tipo Congo, con zonas controladas por ejércitos privados protegiendo intereses chinos o rusos mientras las FANB se dedican a cuidar la regencia en Caracas. La frontera con Colombia, con narcotraficantes, extremistas islámicos, eln y farc, tendería a convertirse en una Siria latinoamericana.
El arraigo del estalinismo madurista traería graves problemas a la región, pues los marxistas siempre buscan extender su ideología “salvadora”, a como dé lugar. Y Colombia es objetivo prioritario del comunismo internacional y regional.
JOHN MARULANDA