Durante tres siglos se sucedieron múltiples emperadores, algunos por su habilidad y firmeza detuvieron la lenta pero firme decadencia en la que terminó cayendo el derecho romano y le dieron al Imperio una apariencia de solidez.
· Con Constantino, el cristianismo llega a ser la religión oficial, y la sede del gobierno fue trasladada de Roma a Constantinopla. Desde entonces la unidad del Imperio no podía subsistir largo tiempo.
· Después de la muerte de Teodosio I, se divide el Imperio en dos partes: el Occidente y el Oriente.
· El Imperio de Occidente, arrinconado cada día por sus ataques, vuelve a encontrar en 535, con el emperador Justiniano, algunos años de prosperidad.
· Gracias al mérito de los generales a cargo del emperador Justiniano, éste reconquista Italia y África y reúne por última vez bajo su dominación la mayor parte de las antiguas posesiones romanas incluyendo parte de Oriente.
· Pero Italia vuelve a caer en poder de los bárbaros, y después de la muerte de Justiniano, el Imperio de Oriente no es más que un Imperio griego.
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Ante el paso del tiempo y la derrota sufrida por el Imperio ¿Qué sucedió con el derecho romano? Las fuentes del derecho quedaron agotadas: ya no se habló de leyes, ni de plebiscitos, ni de senadoconsultos. Los pretores no conservaron casi nada de sus antiguas atribuciones.
Solo quedó la costumbre, que ha conservado con el paso del tiempo, todo su poder de crear reglas obligatorias; y las constituciones imperiales, que llegan a ser una fuente, cada vez más activa, de derecho privado. No obstante, las constituciones no se beneficiaron más de la influencia de los prudentes.
Así las cosas, la ciencia del derecho cayó en una profunda decadencia y la jurisprudencia dejó de ser la principal preocupación de los espíritus. La actividad intelectual de los pueblos romanos se concentró enteramente en todo lo relacionado con la religión, las controversias y polémicas teológicas.
