OSCAR EDUARDO BORJA SANTOFIMIO
Foto: Archivo personal
La notificación por emplazamiento de quien debe comparecer personalmente a un proceso, debe hacerse en un medio escrito de amplia circulación nacional, en cumplimiento de lo preceptuado en el ordenamiento procesal. Para tal fin, reconocidos diarios dedican una o varias páginas a publicar los edictos y emplazamientos ordenados por los operadores judiciales a costa de la parte interesada.
Recuerdo que por algún tiempo con esfuerzo, mientras leía los edictos publicados en los diarios, recordaba con disgusto la progenitora de los directores y dueños de los periódicos que con su egoísmo y pensando únicamente en las ganancias, reducen el tamaño de la letra al mínimo cuando de publicar este tipo de avisos se trata.
En mi caso, a pesar de visitar obligadamente el oftalmólogo y optómetra, leo con dificultad el texto de los diminutos avisos y edictos que aparecen en los periódicos, estos parecen ser escritos en letra más diminuta a propósito para que nadie los lea.
La dirección del Diario La República, sabiamente tomo la decisión de eliminar los diminutos tipos de letra, con el cambio que dio a su sección asuntos legales se ha convertido en el único diario de circulación nacional que publica los emplazamientos judiciales pensando en los lectores, de manera generosa, pensando en los lectores, ha aumentado el tamaño de la letra y el tamaño del aviso, aspecto de gran importancia para los lectores que con el paso de los años vemos nuestra capacidad visual reducida y por nuestro oficio debemos revisar las notificaciones judiciales casi que de manera obligatoria todos los días.
Los demás diarios deberían tomar como ejemplo, del cambio que hizo el diario la República y editar el texto de estos avisos en caracteres de tamaño legibles pensando en la comodidad de las personas que por cualquier motivo estamos padeciendo de una disminución de o limitación visual.
Considero que la lectura se puede incluir en el listado de los derechos humanos “El derecho humano fundamental a la lectura”, su conculcación seria flagrante, por los editores de diarios, revistas, libros, folletos, y cualquier tipo de texto en caracteres minúsculos de difícil lectura.
El congreso debería proponer un proyecto de ley que prohibiera la letra en pequeños caracteres, en cualquier texto editado para el público, especialmente en las etiquetas de los medicamentos, de alimentos, de cosméticos, en los contratos de seguros, en los tiquetes, y los recibos de parqueo, la letra menuda debe desaparecer de todo documento, en especial cuando se trate de avisos cuyo fin es informar a la comunidad de la existencia de un proceso judicial.
Oscar Eduardo Borja Santofimio
Abogado