OCTAVIO QUINTERO
M24
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El contraste de la política de Argentina con Colombia en el ámbito de la protección social a las gentes de menores recursos, los pensionados y las personas más vulnerables, es abismal.
Mientras el gobierno argentino ha decidido elevar en 10 años la pensión mínima de 150 a 2.477 pesos mensuales, es decir, un incremento del 1.651 por ciento en una década, el gobierno colombiano en el mismo lapso lo que ha hecho es menoscabar el ingreso de los pensionados; endurecer las normas para alcanzar una pensión y ampliar la brecha entre pensiones privilegiadas para los más altos funcionarios del Estado y de hambre para todos los demás.
Mientras en Colombia se mantiene latente la amenaza de endurecer más la política pensional, en Argentina se ha institucionalizado un aumento jubilatorio móvil (dos veces al año) y se ha vuelto a la estatización del sistema, quitándole al sector privado la criminal ganancia a costa de los más pobres y viejos, como en Colombia.
Entre nosotros se vende la idea de que se trata de darle solidez al sistema pensional y se nos asusta con la tenebrosa posibilidad de que en poco tiempo los recursos no alcancen ni para sostener estas pensiones de hambre.
Eso no es cierto: darle mayor capacidad de consumo a quien tiene necesidades básicas insatisfechas, es incrementar la demanda que se replica en una febril actividad industrial, comercial y recreativa que, de vuelta, se traduce en mayor generación de empleo y de ingresos al Estado por la vía tributaria.
El ejemplo es Argentina: liberado el país del dogma neoliberal, a partir del 2003 echó a andar su ‘Plan de Inclusión Previsional’ dentro del cual ha decretado 18 aumentos en las pensiones de jubilación e incorporado a más de 2’500.000 jubilados excluidos por el viejo sistema. Hoy Argentina tiene la tasa de cobertura previsional más amplia de América Latina.
Por supuesto, el Plan fue rechazado en su momento por la empresa privada, pero lo que ha hecho el gobierno es seguir avanzando por el mismo camino y ahora lo que se acaba de decretar es un aumento semestral (dos al año) a todos los jubilados y pensionados, ex Veteranos de Malvinas y beneficiarios de ‘Pensiones No Contributivas’, otro programa que cubre a todos los trabajadores informales.
Debe ser por esto mismo que los argentinos celebran hoy complacidos el retorno de su presidenta, Cristina Fernández de Kirchner a su actividad oficial en medio de su más alto rating de popularidad… Y no está en campaña.