Informa Ludovico Ariosto
El recién posesionado Presidente Morsi, de Egipto. Foto EFE
El presidente egipcio Mohamed Morsi, quien por decreto había decidido que el Parlamento reanudara sus sesiones -con lo cual modificaba una decisión en sentido contrario del Gobierno militar que lo antecedió en el poder-, enfrenta ahora una reprimenda del Tribunal Constitucional por tal motivo. La Corte, reunida extraordinariamente el lunes 9 en la mañana, fue perentoria en afirmar que sus decisiones “son vinculantes para todas las instituciones del país”, incluida la presidencia.
Morsi había declarado pocas horas antes que el Parlamento -disuelto por la Junta Militar a mediados de junio en aplicación de un veredicto del Constitucional que declaró contraria a la Constitución egipcia la ley electoral bajo la que ese Parlamento fue elegido- tenía que regresar a su función, dentro de una concepción democrática,
En su comunicado el Tribunal Constitucional afirma que sus decisiones “son finales, y no están sujetas a apelación”, y recuerda que “es el único árbitro en todas las disputas relacionadas con las interpretaciones de sus fallos”. En otros términos estima que el Presidente de Egipto carece de toda competencia y de todo margen de maniobra para decidir cómo aplicar las sentencias sobre inconstitucionalidad de una ley. Los abogados de Morsi, por su parte, han justificado la conducta presidencial y el decreto argumentando que la sentencia de la Corte no implica la disolución inmediata de Asamblea Popular, sino que ésta puede funcionar de forma interina hasta la celebración de nuevas elecciones.