VIDEOS

13 Feb 2006
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Mirando lo que ocurre dentro y fuera de nuestras fronteras, todo parece indicar que en la actualidad los organismos estatales no gustan de actuar  -como les corresponde, según las instituciones respectivas-  sino merced al impulso y la presión de los medios de comunicación.

 

Por estos días, de nuevo un video provoca en el mundo una reacción  -que, como siempre, será momentánea-  en contra de la violencia y la cobardía: el medio londinense News of the Word, después de confirmar su autenticidad, ha publicado las escenas, al parecer filmadas hace dos años por un suboficial británico en Basora, en las cuales aparecen varios efectivos de las fuerzas militares destacadas en Irak cuando, con crueldad y saña, golpeaban y maltrataban a por los menos cuatro jóvenes irakíes después de un enfrentamiento entre esas fuerzas y la población civil que protestaba por la invasión aliada.

 

Tony Blair ha ordenado capturas y públicamente ha prometido, como siempre ocurre sólo cuando estas cosas salen a la luz pública, una “investigación exhaustiva”, la cual probablemente tenga una culminación similar a la que se inició en los Estados Unidos después de divulgadas las imágenes sobre torturas en la cárcel de Abu Ghraib: unos mandos medios o inferiores resultan condenados, y quedan ocultos para siempre los autores intelectuales y la responsabilidad de los altos funcionarios.

 

También ha asegurado el Primer Ministro inglés que eso es excepcional. Que ese no es el comportamiento habitual ni generalizado de las tropas británicas.

 

En el mundo se piensa, en cambio, que un botón basta de muestra, y que no todos los abusos son filmados o fotografiados, o no todas las pruebas se divulgan, es decir que tal vez jamás sepamos la verdad sobre lo acontecido verdaderamente en Irak durante estos años, en el curso de la guerra que se inició con base en una mentira y a la que se puso fin formalmente, no obstante su terrible continuidad real.

 

Pero la humanidad no puede contentarse con eso  -los procesos no pueden dejarse exclusivamente en cabeza de los gobiernos o de los organismos estatales-, y  es necesario que se haga mucho más. Cabe preguntar dónde están y cómo funcionan, después de agotados los mecanismos internos, los instrumentos contemplados en los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos y en el Derecho Internacional Humanitario.

 

La posesión de las armas hace sentir fuertes a soldados que quizá participan contra su voluntad en la guerra y que descargan toda su rabia sobre las personas por el hecho de ser irakíes. Tales efectivos, por supuesto, no tienen escrúpulos humanitarios, ni tampoco inconveniente alguno en hacerlo sobre presos o detenidos indefensos, como lo observamos en el video conocido esta semana.

 

Lo cierto es que las tropas tienen unas jerarquías y se espera que obedezcan a unas directrices, que si son humanitarias, deberían también contemplar mecanismos de control.

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Modificado por última vez en Sábado, 28 Junio 2014 20:16
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