Con reconocimiento a su labor fue despedido –después de 39 años de potestad en el trono- el Rey Don Juan Carlos al aprobarse la ley de abdicación. Solo queda para formalizar el cambio, proclamar como nuevo rey -a Felipe VI-, el próximo 19 de junio de 2014.
Para el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: “a ningún español le intranquiliza la abdicación porque nadie considera que se haya producido un vacío en el poder, ni que se haya abierto una etapa de incertidumbres. España permanece tranquila porque se apoya en la estabilidad de su sistema político y la solidez de las instituciones constitucionales”.
“No estamos aquí para modificar los hechos, sino para subrayar con nuestra ley que en España contamos con una monarquía parlamentaria; es decir, una democracia en la que todo cuanto afecte a la Corona, como todo lo que atañe a las instituciones del Estado, exige la intervención de las Cortes”.
“España es una Monarquía porque así lo quieren los españoles. Ven en la Monarquía el mejor símbolo de la unidad y permanencia del Estado y porque estiman que es la opción que mejor garantiza la imparcialidad, la estabilidad política, la continuidad de las instituciones y, en definitiva, la convivencia en paz que es indispensable para el progreso y la posteridad”.
En palabras de Rajoy el Rey Don Juan Carlos debe ser reconocido y respetado en virtud de que “sería necesario estar muy ciego de obstinación para no reconocer los méritos que ha cosechado el Rey que ahora nos deja: su empeño por encarnar la concordia de todos, su capacidad para ser el mejor símbolo de nuestra democracia en el mundo, y, no lo olvidemos, el cuidado que ha puesto en la preparación de quien está llamado a sucederlo”.
Y dándole la bienvenida al nuevo rey ha dicho: “Tenemos la certeza y la tienen la mayoría de los españoles, de que estas condiciones y cualidades (refiriéndose a las resaltadas en el Rey Don Juan Carlos) concurren en Don Felipe de Borbón y Grecia”.